La desesperación e impotencia de los docentes en su afán para ser reintegrados al sistema educativo, va en aumento, muy en particular en quienes padecen enfermedades y quienes confrontan serias dificultades económicas, al no recibir los pagos correspondientes de los últimos tres meses.
A distancia observamos que el Comité Ejecutivo Nacional de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), poco ha hecho a favor de los cancelados y esto comienza a provocar reacciones extremas de sus dirigentes municipales, como es el caso del profesor Miguel Ángel Féliz.
Este educador quien es presidente de la dirección municipal de la ADP en la ciudad de Barahona, recomendó a los maestros cancelados “primero matar al Ministro de Educación, arquitecto Andrés Navarro, antes que matarse ellos”.
Esta amenaza contra dicho funcionario contó con la aprobación de cientos de profesores que participaron en una asamblea, donde se abordó la problemática de los cancelados y se guardó un minuto de silencio por sus compañeros que decidieron suicidarse, nos referimos a los profesores María Rosalba Ureña y José Francisco Morales.
En verdad que el Ministro de Educación en estos momentos se encuentran el mismo trayecto del Ojo del Huracán, que para salir ileso, bastaría disponer la reintegración de los maestros cancelados, que demostraron estar laborando en los liceos y escuelas públicas del pueblo dominicano.
