Esa realidad la viven a diario pacientes con enfermedades crónicas en detrimento de su salud, asegura el cardiólogo Fulgencio Severino, quien abogó porque se elimine el tope de 3,000 pesos que establece el sistema de cobertura de medicinas a pacientes asegurados, ya que un tratamiento mensual para un paciente hipertenso y diabético ronda los 5,000 pesos, el cual se eleva a 6,000 pesos con el incremento del 20 por ciento impuesto por laboratorios.
Asimismo el presidente del CMD, Senen Caba, consideró preocupante el hecho de que el 50 por ciento del gasto en salud salga del bolsillo de la población, sin importar que esté asegurado, y llamó al Comité de Honorarios Médicos del Sistema de Seguridad Social a que se reúna ante la necesidad de reevaluar las tarifas y honorarios que reciben los galenos ante el proceso inflacionario que se vive.
La impotencia de no poder comprar la medicina la vive cada mes Felícita, quien está a cargo de los cuidados de su hermana Natividad, por lo que su reacción al ver e una información sobre nuevos aumentos en los precios de los fármacos fue proclamar que mejor le den “tres pasitos a toda la raza humana que esté enferma para que la maten de golpe y no poco a poco”.
Natividad ha sufrido dos embolias cerebrales, cinco paros cardíacos y ha sido sometida a dos cirugías de la cabeza, por lo que no tener las medicinas disponibles es condenarla a la muerte, dice su hermana, quien agrega que ella no trabaja, vive de lo que le dan sus hijos, y que ninguna de las medicinas que necesita su hermana la detallan.
“Mire, yo acabo de decirle al médico que nosotros no podemos comprar eso tan caro”, dice Felícita, mientras salía con la receta en las manos luego de consul- tar en el hospital Salvador B. Gautier.
Dijo que un incremento en los precios de las medicinas conlleva a que la mayoría de los pacientes reduzcan aún más la cantidad de los fármacos que adquieren, lo que va en detrimento de su salud.
Severino, representante del CMD ante el Consejo Nacional de la Seguridad Social, entiende que lo que se impone en los actuales momentos es que la Seguridad Social elimine el tope de 3,000 pesos por la cobertura en los medicamentos.
Dijo que el costo de los medicamentos es catastrófico en el país y contribuye a que se cronifiquen más los pacientes.
En torno al incremento en los precios de los servicios que contemplan hacer las clínicas privadas, Caba dijo que aparte de los precios de los medicamentos los centros de salud viven una inflación que supera el 47 por ciento.
Asimismo consideró necesario que el Comité de Salarios y Honorarios Médicos del Sistema de Seguridad Social se reúna para revisar y revalorar las tarifas que reciben los médicos por servicios prestados a pacientes asegurados.
Dijo que eso es necesario porque la inflación apenas está comenzando y se debe dar respuesta a esa situación inmediata que se presenta.
Entiende que es obligación del Estado buscar soluciones adecuadas, entre ellas que el Seguro Nacional de Salud (Senasa) aumente su cobertura de población, que se priorice la atención primaria y se refuerce la canasta de medicamentos que cubre Promese.
