SANTO DOMINGO.- El malestar generado en el sector turístico por la carga
impositiva que contempla la propuesta de reforma fiscal estaría
provocando que inversionistas españoles -quienes tienen el 50% de las 65
mil habitaciones hoteleras del país- contemplen entre sus planes
barajar la construcción de nuevos proyectos y la expansión de los
existentes.
Fuentes cercanas confirmaron que los extranjeros
no tienen prevista ninguna ampliación importante en sus cadenas
hoteleras, que de por sí han estado rezagadas en los últimos años por el
deterioro de la rentabilidad de operación, que llegaría al límite con
los nuevos impuestos.
La preocupación ha sido llevada al
presidente Danilo Medina en varias reuniones sostenidas recientemente.
El sábado 27 de octubre se celebró un encuentro en la casa de Frank
Rainieri, presidente del Grupo Punta Cana, que continuó en el Palacio
Nacional a principio de esta semana.
Además de empresarios locales,
estuvieron presentes los españoles Pablo Piñero, presidente de
Inverhotel; Miguel Fluxa, del Grupo Iberostar y Abel Matutes, del Grupo
Fiesta.
Los hoteleros le expresaron a Medina la desventaja
competitiva que tiene la oferta turística dominicana respecto a la zona
caribeña de México, principal rival del país en los mercados
internacionales. La nación azteca ocupa el primer lugar de inversión
hotelera española y República Dominicana está en la tercera posición,
junto con Italia.
Datos de la Asociación Nacional de Hoteles y
Turismo (Asonahores) estiman que la presión fiscal de la actividad
turística ronda el 23.7%, estimándose que RD$23.70 de cada RD$100
aportados por el turismo a la economía dominicana, van al fisco.
El
sector turístico ha afirmado que la propuesta de reforma fiscal
"generaría incrementos en todos los costos en los paquetes turísticos y
ofertas complementarios, desde los bienes agrícolas hasta los
industriales y de servicios, como la electricidad que representa entre
el 10 y el 12% de los costos hoteleros".