
Johancel Martínez Cabrera o Jonathan Moisés Díaz Franco (Kimba), rogó al
juez José Alejandro Vargas Guerrero, del Juzgado de Atención Permanente
del Distrito Nacional, enviarlo al Penal de la Victoria para que no lo
maten “si me suelta, la Policía me va a matar, mándeme a La Victoria,
déjeme preso para que no me maten, si usted me manda para la calle la
Policía me va a matar, igual que a los otros”.
Tras tomar un turno durante el conocimiento de la solicitud de medida de
coerción, donde la Fiscalía del Distrito le solicitó prisión
preventiva, el imputado declaró que, presuntamente, la Policía le ha
pegado muchos muertos, “yo me entregué por medio de la televisión porque
lo que quieren es matarme, no participé en eso que me están acusando”.
De acuerdo a la acusación, el pasado 9 de diciembre, el imputado en
compañía de dos se personas que se encuentran prófugas, disparó con
armas de fuego a los miembros de una patrulla policial, integrada por el
primer teniente Aquilino Féliz Ferrera; el sargento Julián Rodríguez
Durán; el segundo teniente Manolo Jiménez y el raso Enrique Terrero.
Se dijo que los agentes se encontraban en el ejercicio de sus funciones
patrullando en la calle 9, esquina Federico Bermúdez, del referido
sector.
De acuerdo a la solicitud de medida coerción, Martínez Cabrera, en
compañía de los prófugos, le produjeron al primer teniente Feliz Ferrera
heridas por proyectil de arma de fuego en la mano derecha, en ambos
glúteos y el pie derecho, el cual, al momento de su evaluación curaban
en un período de tres a cuatro meses.
Los agentes, al momento del hecho, se encontraban dando respuesta a las
denuncias interpuestas por Ana Matos Zapata y Nelson Soto Melo, en
contra de Martínez Cabrea y sus supuestos cómplices, por haber atracado a
su hija, la joven Nayeli Soto Matos, al igual que a Dioni López Frías”.