A pesar de que allí está siendo explotada la mina de oro más grande
de las Antillas, Pueblo Viejo, un significativo número de personas vive
en condiciones paupérrimas, sin acceso a “las tres caliente”, que cada
día se dificultan más.
En opinión del dirigente comunitario Tereso Arias, la falta de
empleo, las largas horas de apagones, el deterioro de sus calles y la
ausencia de las autoridades municipales son los problemas principales
que confronta el municipio.
Dónde están las autoridades municipales
Cual capitán que abandona su barco, Rafael Molina, alcalde municipal,
cambió su residencia en el municipio por una ostentosa vivienda en la
capital. Pero no solo él vive fuera de Cotuí, también la vicealcaldesa,
Flor de Lima Comprés; Julio Ladrón, regidor y Plinio Méndez, tesorero
municipal, residen en Santo Domingo.
Para algunos cotuisanos, Méndez es quien hace las veces de alcalde en
ausencia de Molina. Aunque vive en la capital, viaja a diario al
municipio.
“A pesar de las innumerables visitas que hemos realizado al
ayuntamiento y a la gobernación provincial buscando soluciones a muchos
de los problemas que afectan a nuestra gente, no hemos logrado respuesta
pues en el ayuntamiento no hay quien nos escuche. Somos un pueblo sin
dolientes”, afirma Arias.
Explica que los apagones suelen prologarse hasta por 12 horas,
situación que ha ocasionado que muchos comerciantes vayan a la quiebra
al no poder comprar una planta de emergencia que les permita compensar
la falta de energía eléctrica.
Cotuí y la Barrick
Desde que la minera canadiense Barrick Gold comenzó a explotar los
yacimientos de Pueblo viejo han sido muchas las onzas de oros y otros
minerales que han sido extraídas, pero la situción en la que vive la
gente de Cotuí no es proporcional a las riquezas que hay en sus tierras.
Aquiles de León, quien ha vivido en la tierra de Sánchez Ramírez por
más de 20 años, dice que la Barrick solo se ha preocupado por colocar
spots publicitarios en todos los programas locales, pero que no ha
realizado ninguna obra de carácter social en el municipio.
De León está también está preocupado porque los recursos provenientes
de los arbitrios no son invertidos para satisfacer las necesidades de
los munícipes. Acusa al alcalde de haber recibido 74 millones de pesos
como adelanto del pago que no han sido utilizados en beneficio de Cotuí.
“En la zona donde está la Barrick los ríos están contaminados y los
que no lo están, se han secado. En las comunidades cercanas a la mina no
tenemos agua potable por lo que la minera está regalando dos galones
diarios para mantener ‘embullados’ a los campesinos”, manifestó Darío
Belén, residente en La Laguna.
Según Belén, muchos de los lugareños tienen enfermedades de la piel
causadas por los químicos utilizados en la explotación minera. Afirma
incluso que los médicos le prohibieron bañarse con agua lluvia pues
tiene un alto índice de contaminación.
La entidad encargada de administrar los fondos que recibe el
municipio por concepto de la explotación minera es el Consejo Provincial
para la Administración de los Fondos Mineros Sánchez Ramírez
(FOMISAR), dirigida por Concesar Hernández. Muchos coinciden en que este
organismo ha sido creado para favorecer a un “grupito”, pues no saben
en qué han sido empleados los millones recibidos por el FOMISAR desde su
fundación hace seis años.
Insalubridad
Otro problema que afecta a los cotuisanos es la falta de una planta
de tratamiento de aguas residuales. La cloaca municipal está inservible y
las aguas negras del pueblo van al río Yuna, contaminándolo seriamente
en la parte baja.
Por si no fuera suficiente, dice Tereso Arias, el matadero municipal
funciona sin ningún control de higiene. Ubicado en la ribera del
Capacho, las aguas utilizadas para lavar los animales sacrificados son
extraídas de la cañada en que se ha convertido este río.
Una situación similar presenta el mercado municipal, donde los
controles de higiene en el manejo de los productos agrícolas son
escasos, si es que existe alguno. A falta de góndolas y mesas, numerosos
vendedores colocan la mercancía en el suelo.
Los barrios
Sin aceras ni contenes e intransitables por la acumulación de agua,
las calles describen a la perfección la realidad de muchas de las
barriadas de Cotuí.
En los sectores de Vista del Valle, Plan Piloto, Los Pomos, La
Estancia y La Colina, es notoria la carencia de un sistema cloacal. En
algunos lugares donde se iniciaron obras, ya han sido paralizadas.
Juan Ortega Graciano, presidente de las junta de vecinos de Vista del
Valle, explica que aunque el sector tiene más de 20 años de fundado aún
no cuentan con drenaje y casi la totalidad de las calles no tienen
aceras ni contenes.
“Vista del Valle recibe todas las aguas de la parte alta del
municipio y al no tener sistema de drenaje, permanecen estancadas.
Recientemente en el sector se registraron dos casos de dengue debido a
una serie de pozos que se han formado en las calles”, afirma.
7dias