Cedeño atribuye que no sufriera daños a que Dios la protegió y a que
en el momento en que pudo haber ocurrido el accidente recordaba a su
abuela, a la que solo identifica como MA. Matos y que rezaba el salmo 23
de la Biblia.
“¡Que ‘diosidecia!”, expresa la vicepresidenta que en su cuenta,
hasta el momento de redactar la nota no ofrece más detalles de lo
sucedido.
“Que Dios toque su corazón. Estoy bien. Dios nos protegió!”, dice Cedeño en uno de sus tuits.