Báez declaró que cuando un paciente llega
con un problema de salud es atendido, “no importa que sea dominicano o
haitiano, ilegal o legal”.
Manifestó que el hospital Cabral y Báez
está sometido a mucha presión, debido al elevado número de pacientes
que recibe desde las 14 provincias del Cibao y de Haití, una situación
que va en aumento. Este centro dispone de 600 camas y realiza 200 mil
consultas de pacientes al año.
“Eso hace del hospital un manejo
muy complejo”, dijo, e indicó que el centro asistencial tiene mil 700
empleados nombrados por el Ministerio de Salud Pública y otros 600
nominales que son pagados por registros internos.
Asimismo,
expresó que el Cabral y Báez tiene 281 médicos especialistas, 280
residentes y 617 enfermeras, lo que lo convierte “en un pequeño
Ministerio de Salud”.
En ese orden estimó que se trata de un
centro muy difícil de manejar, aunque, pese al apoyo que recibe del
Gobierno Central y el Ministerio de Salud Pública.
También expresó
que el hospital tiene asesoramiento del Ministerio de Administración
Pública (MAP), bajo la dirección de Ramón Ventura Camejo.
Unas 80 mil emergencias son ejecutadas al año, siete mil partos y 26 mil egresos en el mismo período.
Dijo
que en horas “picos” o de máximas concurrencias, pueden asistir al
Cabral y Báez siete mil personas, según informó el periodista Luis
Céspedes Peña, encargado de prensa del MAP.
Báez entiende que
consciente de la situación es necesario potencializar esa capacidad para
que las buenas noticias sean conocidas por el público.