SANTIAGO DE CHILE .- La calma comenzó a hacer presencia en los
norteños pueblos costeros chilenos, tras un potente terremoto que obligó
a establecer alerta de tsunami y evacuar a unas 900 mil residentes de
este país sudamericano .
El sismo de magnitud 8,2 en la escala abierta de Richter ocurrió a
las 23:46 hora local, el martes, y su epicentro se localizó en el océano
Pacífico a 86 kilómetros al Noroeste de la ciudad de Iquique y a unos
20 de profundidad.
A la espera de varias réplicas y de un maremoto, las autoridades
chilenas decretaron alerta para la zona norte y central del país, pero,
al parecer, lo peor ya pasó, según informes captados por radio en esta
capital.
Hasta ahora el movimiento telúrico dejó un saldo de seis muertos,
derrumbes en avenidas e inundaciones que remitieron a un evento similar
al acontecido hace cuatro años que, con magnitud de 8,8 en la escala de
Richter, causó la muerte a más de 500 personas y destrozos
considerables.
La presidenta chilena, Michelle Bachelet, decretó zona de catástrofe
para el área, mientras que fuerzas conjuntas del Ejército y la policía
coordinaban acciones para verificar daños, establecer un programa de
ayuda y localizar a 300 presas que escaparon de un recinto carcelario en
medio del sismo. El balance total del desastre se conocerá al paso
de las horas y mediante una inspección a la luz del día, apuntó la jefa
del Estado.
Por el momento, están suspendidas las clases en las ciudades de la
costa norte chilena, al tiempo que la generación y suministro de energía
comenzaba a normalizarse.