SANTO DOMINGO.- El presidente del Núcleo
Nacional de Alguaciles (NAL), Félix Jiménez Campusano, hizo un llamado
al presidente constitucional de la República Dominicana,. Danilo Medina,
a fin de “que se erradique del orden policial la mafia que existe con
los desalojos que ordena el Abogado del Estado”.
Dijo que a pesar de haberlo denunciado persiste
la misma situación y ahora se amparan en una supuesta orden del primer
Mandatario, negándose a despachar los agentes policiales que deben
acompañar a los alguaciles, por tales razones no pueden garantizarles a
los propietarios el usufructuo de sus inmuebles.
Según señaló en la Policía Nacional existen más de
300 expedientes sometidos a una inercia total, y todos con las órdenes
de desalojo mediante las resoluciones que dicta el Abogado del Estado.
“Ese inconveniente ha dado lugar a que los
curiales que se dedican a ejecutar, lo hagan sin la fuerza pública”,
dijo y agregó que cree debe evitarse que esa práctica continúe en
aumento, ya que podría ocasionar caos, desgracias y escándalos sociales,
por falta de la debida protección.
Cito el expediente del señor Francisco de los
Santos Rosario, un minusválido que el Abogado del Estado le concedió
hace más de un año el auxilio de la fuerza pública y la policía no le
despacha los agentes que deben de acompañar al ministerial en una
actitud que ya lo considera como un serio desafío a la autoridad de la
ley y la justicia y una desconsideración.
Entiende que deben buscarle una solución a esos
casos, “porque no debemos estar viviendo como los chivos sin ley” y por
tales razones pone en manos del presidente de la República Dominicana,
Danilo Medina, el problema para que de una vez y por todas se resuelva
ese inconveniente.
Recomendó revocar su orden dada a la jefatura
policial, para que estos se sometan a la obediencia de la ley, y evitar
empañar el proceso de saneamiento que en la actualidad se lleva a cabo
en la institución.
Se quejó de que a lo planteado se le da un trato
indiferente y los propietarios que muchas veces invierten el sudor de
toda su vida laboriosa, no tienen garantía de que algún día podrán
ocupar sus propiedades, mientras los invasores cada vez van en aumento,
“ya que muchas veces son protegidos por altos mandos policiales que
forman parte de ello”, además de que los motivan.