WASHINGTON:-El Gobierno de
Estados Unidos impuso hoy sanciones para prohibir la entrada a ciertos
funcionarios del Gobierno venezolano presuntamente vinculados con la
violación de derechos humanos, una medida insuficiente, aunque
aplaudida, para muchos congresistas que pedían acciones desde hace
meses.
La portavoz del Departamento de Estado, Marie
Harf, anunció la decisión del Gobierno estadounidense sobre la
revocación de los visados de dichos oficiales del Gobierno del
presidente venezolano, Nicolás Maduro, apenas un día después de que un
grupo bipartidista de senadores renovará su petición de imponer
sanciones al secretario de Estado, John Kerry.
"Los funcionarios venezolanos afectados por estas
restricciones incluyen a individuos en los distintos niveles de
Gobierno, desde ministros y asesores presidenciales a funcionarios
judiciales, policías y funcionarios militares", explicó Harf en su rueda
de prensa diaria, aunque no los identificó.
"Las acciones que hemos tomado hoy no están
dirigidas contra el pueblo de Venezuela", advirtió sin embargo, al
recordar que precisamente las sanciones han sido impuestas para defender
los derechos de los ciudadanos venezolanos.
Pese a preguntas Harf rehusó a dar los nombres
específicos sobre las personas sancionadas aludiendo a cuestiones de
"confidencialidad".
La decisión de la Administración del presidente
Barack Obama llega después de meses de fuertes presiones por parte de
diversos sectores del Congreso, donde dos proyectos de ley, en sendas
Cámaras, han sido presentados con el objetivo de castigar a aquellos que
estuvieran involucrados en los episodios de represión de las protestas
en Venezuela.
Ambos textos legislativos contemplan la revocación
de las visas y la prohibición a entrar a Estados Unidos a esos
individuos y sus familias, pero además añaden la congelación de sus
activos en el país, una acción que ha sido reclamada de nuevo hoy por
varios de los legisladores.
El presidente del Comité de Relaciones Exteriores
del Senado y patrocinador de uno de esos proyectos, el demócrata Robert
Menéndez, dio la bienvenida al paso dado por el Gobierno de Obama pero
pidió ir más allá.
"El anuncio de hoy envía un mensaje inequívoco y
directo al presidente Maduro, los miembros de su Gobierno, y el Gobierno
de Venezuela: EE.UU. no tolerará las violaciones sistemáticas de los
derechos humanos llevadas a cabo por un gobierno contra su propio
pueblo. Las sanciones anunciadas por la Administración representan un
paso importante en la dirección correcta, pero se necesitan sanciones
más contundentes", dijo el senador.
En la misma línea reaccionó el senador republicano
Marco Rubio, autor de la propuesta de sanciones junto a Menéndez y el
demócrata Bill Nelson.
"El Gobierno de EE.UU. debe utilizar todas las
herramientas a nuestra disposición para responsabilizar al régimen de
Maduro de sus violaciones de los derechos humanos.
La Administración de
Obama ha dado un primer paso importante al anunciar la prohibición de
visados que restrinjan los viajes de los violadores de los derechos
humanos y sus familias a EE.UU. pero a esta acción le debe seguir la
congelación de activos también", aseguró.
La Casa Blanca había reiterado desde que
comenzaron las protestas en Caracas, el pasado febrero, que la
resolución del conflicto entre el Gobierno y la oposición venezolana
debía resolverse de manera interna, y se negó a imponer sanciones con
anterioridad a la luz del diálogo entre ambas partes auspiciado por la
Unasur y el Vaticano.
Sin embargo, las sanciones de hoy llegan semanas
después del fin de dichas negociaciones y tras el último encontronazo
entre Venezuela y EE.UU. con la puesta en libertad en Aruba del general
venezolano Hugo Carvajal, reclamado por la justicia estadounidense.
Su liberación por parte del Gobierno de Holanda,
supuestamente bajo presiones de Venezuela, ha vuelto a levantar ampollas
en Estados Unidos, que había pedido su extradición después de que el
Departamento del Tesoro lo acusara en 2008 de favorecer actividades de
narcotráfico en colaboración con guerrilleros de las FARC.
El caso Carvajal provocó también que el único
senador que estaba bloqueando votar por la vía rápida las sanciones en
la Cámara alta, Bob Corker, levantara este martes su objeción, por lo
que es posible que el proyecto avance en el Congreso a la vuelta del
receso de agosto si los congresistas continúan considerando
insuficientes las medidas de Obama. EFE