América Latina llega a la XXIV Cumbre Iberoamericana sin un líder claro,
con pocos cambios en el equilibrio de fuerzas respecto a la precedente y
situaciones políticas complejas en algunos países, especialmente en el
anfitrión, México.
La desaparición de 43 estudiantes en el estado sureño de Guerrero, un
caso que muestra la penetración del narcotráfico en algunas
instituciones y aún no totalmente aclarado aunque se produjo en
septiembre, ha causado indignación fuera y dentro del país.
Las manifestaciones para pedir justicia y denunciar pasividad por parte
de las autoridades están afectando al Gobierno del presidente Enrique
Peña Nieto, que ha adoptado una serie de medidas relativas a la policía y
a la justicia en vísperas de la cita anual iberoamericana, que se
celebrará el 8 y el 9 de diciembre en Veracruz.
El proceso de paz en Colombia, que el Gobierno de Juan Manuel Santos
suspendió en noviembre debido al secuestro de un general, otros tres
militares y una abogada, está previsto que vuelva a la normalidad esta
semana, pues las FARC liberaron ya a los cinco.
Sin embargo, esos secuestros han acrecentado la división de los
colombianos en torno al proceso de paz y también los reclamos de la
guerrilla para acordar una tregua de aquí hasta el final de las
conversaciones y cambiar así el modelo de negociación sin acallar las
armas establecidas antes del inicio del diálogo hace dos años.
Desde la Cumbre de Panamá, en octubre de 2013, ha habido cambios en las
jefaturas de Estado de varios países, pero el equilibrio de fuerzas se
ha mantenido prácticamente como estaba y no ha aparecido todavía un
líder de ámbito regional que cubra el vacío dejado por el fallecido
presidente venezolano Hugo Chávez.
En Bolivia Evo Morales fue reelegido sin dificultades en octubre pasado,
lo que significa que el bloque bolivariano ALBA conserva íntegramente
sus fuerzas.
En Brasil, que estaría llamado a ser el líder regional, Dilma Rousseff
se aseguró un mandato más y en Uruguay el expresidente Tabaré Vázquez
volverá a la jefatura del Estado tras haber ganado el pasado domingo la
segunda vuelta de las presidenciales.
El grupo de los autodenominados Gobiernos progresistas, que simpatizan
con el bloque bolivariano, se mantiene intacto con la apuesta por la
continuidad en Brasil y Uruguay, donde José Mujica no podía a volver a
presentarse.
No obstante, Rousseff afronta problemas antes de la asunción de su
segundo mandato y no solo por la ralentización del ritmo de crecimiento
económico, un mal que en 2014 ha atacado a la mayoría de los países de
la región
Un escándalo de corrupción en la empresa más importante de Brasil,
Petrobras, tiene en jaque a su Gobierno, que ha prometido el fin de la
"impunidad".
Argentina está ya inmersa en una precampaña electoral caldeada pese a
que los comicios para elegir a quien sucederá a la presidenta Cristina
Fernández no se celebrarán hasta finales de 2015.
Fernández ha tenido nuevos problemas de salud y está en la mira de la
justicia por presuntas irregularidades en uno de sus hoteles, mientras
que el vicepresidente Amado Boudou está procesado por corrupción.
En Venezuela, las protestas antigubernamentales de principios de año
concluyeron, pero permanecen la alta inflación, el desabastecimiento y
la inseguridad, y la caída de los precios del petróleo puede profundizar
los problemas económicos.
Además, no hay señales halagüeñas para un posible diálogo para reducir
la polarización y el Gobierno de Nicolás Maduro no ha atendido los
reclamos para que libere a los opositores detenidos ni tampoco las
recomendaciones de un grupo de trabajo de la ONU en ese mismo sentido.
Hasta ahora han confirmado que viajarán a Veracruz los presidentes de
Uruguay, Bolivia, Chile, Colombia, Panamá, Paraguay, Perú, Costa Rica,
República Dominicana y Ecuador, mientras que la mandataria de Argentina,
por el contrario, ha informado que no asistirá por prescripción médica.
El Gobierno español ha subrayado la importancia de que Cuba esté
representada por su presidente, Raúl Castro, quien nunca ha asistido a
estas cumbres.
El jefe de Estado peruano, Ollanta Humala, ha anunciado que en la cita
buscará implicar a otros mandatarios en la importante Conferencia sobre
Cambio Climático (COP20) que se lleva a cabo en Lima del 1 al 12 de
diciembre.
Poco antes de la cita de Veracruz está prevista también una cumbre de la
Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), uno de los organismos de
integración creados en Latinoamérica en el siglo XXI.
Quizás como consecuencia de la profundización de la integración, a la
Cumbre de Veracruz la región acude con pocos conflictos bilaterales
abiertos. El más candente sigue siendo el de Bolivia con Chile por una
salida soberana al mar, que ha sido elevado a la Corte Internacional de
La Haya.
La Cumbre Iberoamericana de Veracruz será la primera que se celebre con
la costarricense Rebeca Grynspan como secretaria general iberoamericana y
con el rey Felipe VI como jefe de Estado de España.
También será la última convocada antes de que el presidente de Uruguay,
José Mujica, deje el cargo y la primera a la que están invitados los
nuevos presidentes de Panamá, Juan Carlos Varela, Costa Rica, Luis
Guillermo Solís, y El Salvador, Salvador Sánchez Cerén.