WASHINGTON.- El papa Francisco llegó hoy a Estados
Unidos después de cuatro días en Cuba, la segunda etapa de un viaje de
gran simbolismo por el papel que ha desempeñado el pontífice en la
reconciliación entre los dos países.
El Airbus A330-200 de la compañía Alitalia en el que viaja el papa
aterrizó a las 15:50 hora local (19.50 GMT) en la base aérea de Andrews
(Maryland), donde le recibieron el presidente de EE.UU., Barack Obama, y
su esposa, Michelle, acompañados de sus hijas, Sasha y Malia.
Obama y el papa se saludaron con un largo apretón de manos, y después
fue el turno de Michelle, sus hijas, su madre, Marian Robinson, así
como del vicepresidente, Joseph Biden, su esposa, Jill, y dos de sus
nietas.
Varios centenares de personas esperaban al papa en la base desde
hacía varias horas y lo recibieron al grito de "Francisco, Francisco" y
"Se nota, se siente, el papa está presente", en español.
Entre ellos, muchos niños de colegios católicos de Washington, de los
cuales cuatro seleccionados entregaron flores al pontífice a su
llegada.
Como estaba previsto, el papa no hizo ninguna declaración tras
aterrizar ni tampoco después del breve encuentro de unos minutos que
mantuvo con Obama en una sala de la base, antes de partir para la
Nunciatura, en Washington.
Fiel a su estilo sencillo, el papa eligió para desplazarse desde la
base hasta Washington un pequeño automóvil negro, un Fiat Cinquecento.
También acudieron a recibir al santo padre la alcaldesa de
Washington, Muriel Browser; el gobernador de Maryland, Larry Hogan; y el
gobernador de Virginia, Terry McAuliffe.
Asimismo, saludaron al papa a su llegada el cardenal Donal W.Wuerl,
de la Archidiócesis de Washington, y el arzobispo Joseph E. Kurtz,
presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos.
El papa Francisco terminó hoy un viaje de cuatro días a Cuba y estará
en Estados Unidos hasta el día 27, donde visitará Washington, Nueva
York y Filadelfia.
Esta visita se produce tras la reanudación de las relaciones
diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos, proceso que ha contado con la
mediación de la diplomacia vaticana, y la reapertura de las respectivas
embajadas en ambos países.