SANTO DOMINGO:-No quisiera entrar en un análisis profundo de que cosa ha hecho el
PRM por nuestro país. Seguramente estarán de acuerdo en que, no es más
que un torpe intento de “re-branding” de algo viejo, obsoleto,
desfasado, un “refurbished” político reciclado, ya casi inservible, pero
que intentan vendernos como “moderno”.
No solo parece “la pataleta” de un grupo de malcriados y mal
acostumbrados, sino que más bien parece un invento resultado de la
desesperación y sobre todo de la ambición política de ciertos ilusos,
incapaces de conciliar, de razonar y ponerse de acuerdo (con el PRD y
para conformar una verdadera oposición) por lo que, el precedente no es
bueno, no es serio, ni honesto.
Esa carencia de virtudes, que casi nadie tiene en el PRM, son las que
hacen a un gran líder y Luis Abinader no lo es, y aún no ha hecho nada
para demostrar lo contrario. Es una pena que no exista algo así como un
“servicio al votante” para denunciar los engaños de los políticos, como
existen los “servicio al consumidor” donde se denuncian las ofertas
engañosas o se reclama cuando nos venden productos vencidos o dañados
como si fueran nuevos.
Todos hemos visto a Luis, haciéndose el gracioso, dizque bailando
merengue en un programa de TV -con una “mega-diva”- y en una
juramentación –buscando ser potable- pero lamentablemente no es así como
se le demuestra a un país como se elevará su nivel de ingreso per
cápita, como tendrá garantizada una pensión de retiro, como podrá
ahorrar para invertir en su futuro, para elevar su estándar de vida.
Siendo serios, hay que reconocer y hay que sacarle su plato aparte a
don Hipólito Mejía, que si es un líder carismático, quien para la época
hizo un buen gobierno en los dos primeros años de su mandato, pero que
fue objeto de la más asquerosa conspiración política de gente ambiciosa,
que previamente había probado estar en el poder; y que al parecer le
cogió el gustico al carguito, por lo que estaban dispuestos a hacer “de
todo” para volver a la Av. México. Entonces con recursos adquiridos
previamente -y según Quirino, con recursos del narco- fabricaron una
hecatombe financiera, que empaño el gobierno del Presidente Mejía para
luego pescar en rio revuelto.
Desde el punto de vista marketing, al ponerle el nombre de “Partido
Revolucionario Moderno (PRM)” al partido de la Familia Abinader, era
obvio que Luis le ganaría a don Hipólito unas internas –dejando la
marrulla atrás- pues por un asunto de edad se asumía que uno encarnaba
mejor la promesa del nuevo nombre. Nadie vendió la larga experiencia de
estado de don Hipólito, que a entender de muchos expertos era más
beneficiosa que la improvisada promesa de Luis, que ya se observa en la
actual campaña: Solo criticas pero sin una sola propuesta coherente o
creíble.
Luis Abinader, es un muchacho que podría tener un cierto futuro, si
se deja ayudar, si pone su ego a un lado, si no se deja cegar y
enturbular por la ambición –empresarial- pero sobre todo si logra probar
que tiene los atributos necesarios que se requieren para dirigir un
país, que ya no es tan “Azucarero o bananero” como creen algunos
diletantes de la política dominicana, atrincherados en el PRM, pero peor
que nunca han hecho nada bueno o positivo para el país o sus
comunidades.
LA PROPUESTA:
1. Considerando que Abinader, no tiene ninguna experiencia de Estado,
ni siquiera de Alcalde pedáneo –tal vez fue miembro de algún concejo
decorativo, sin voz ni voto-;
2. Considerando que debemos acabar con la improvisación y el diletantismo en la política dominicana;
3. Considerando que deberíamos establecer algún régimen de méritos en
la política dominicana, a ser evaluados por la población y para abolir
un sistema corrupto (visto que ya caímos en el gravísimo error de elegir
en 1996 alguien que nunca había producido absolutamente nada
políticamente hablando) y visto que ser hijo de un ex ministro tampoco
le da a nadie el derecho de creerse presidenciable;
4. Considerando que Luis no tiene siquiera una producción escrita, de
su propia autoría, que sirva de referencia, donde plasme sus propias
ideas sobre su visión estratégica para cumplir lo que se propone o
critica a sus contrarios;
5. Considerando que sus críticos le acusan de haber quebrado un hotel
familiar, y que por lo tanto, es un peligro de muy alto riesgo darle a
dirigir el destino de 10 millones de dominicanos;
Entre otros considerandos que tienen que ver con los tiempos
modernos, de híper-comunicación y del espectáculo , en los cuales
vivimos, pero que también tienen que ver con la filosofía de la política
como ciencia, propongo -con toda seriedad- la siguiente iniciativa,
para el primer “Reality Show” de la política dominicana a ser cubierto
por alguna cadena importante de medios, el cual podríamos llamar “RD
Real Politique Show” del cual luego podríamos hacer alguna película:
A modo de reto, de pasantía, de práctica política, Luis Abinader
debería pedirle al Presidente Medina que le nombre al menos como
Gobernador de Pedernales –o de cualquier otra pequeña provincia pobre y
apartada- a los fines de:
(a) Probar que es capaz de llevar inversionistas –que no respondan a
sus intereses, como denunciaron algunos en el caso de los Españoles del
Sector Eléctrico- a esa paupérrima zona, pero con un potencial enorme
–igual que el resto del país-.
(b) Probar que puede elevar el nivel de educación de la gente, (c)
Probar que puede elevar el ingreso per cápita o mejor eliminar la
pobreza en la provincia, (d) Probar que puede crear las infraestructuras
necesarias para dicho desarrollo, sin comprarle el material a algún
socio o familiar; (e) Probar que puede gestionar el presupuesto para esa
provincia sin quebrarla, (f) Probar que puede hacer algo positivo para
la gente, (g) Probar que cumple lo que promete, (h) Probar que puede
vivir con los pobres e interpretar sus penurias, necesidades y
sentimientos, sin darle asco.
(i) Probar que no es solo un hijo de “papi y mami” de la capital.
Pero sobre todo, (j) Probar que no es el mote que le han pega’o:
“A-di-bi-na-der” indicando que su actual campaña es adivinando, viendo a
ver si pega una para ganar algún punto de preferencia, (k) Probar que
no solo sabe criticar sino que sabría gobernar.
Si logra alcanzar algunos de los indicadores que hemos mencionado, de
la “(a)” a la “(k)” nuestro compromiso –el de todo el pueblo- podría
ser apoyarle en el 2024.
Asumiendo que “A-di-bi-na-der” no es “un bluff”, diga usted ¿Cuáles
otros atributos y competencias debería alcanzar Luis de aquí al 2024
para integrar a su experiencia curricular?
Solo aquellos lideres -o partido político- que sean correctos, serios
y coherentes -que tengan algo que mostrar y logros que ofrecer- serán o
tendrán el potencial de ser el próximo gobierno en el 2020 y 2024. El
escenario del 2016 está bastante claro.
Presidente Medina: Si Abinader, de aquí a enero, no le pide que lo
nombre como Gobernador de Pedernales, un servidor estaría dispuesto a un
sacrificio similar. Todo político serio, con verdaderas intenciones,
debería ser capaz de demostrar, con hechos, lo que podría hacer por su
país, mucho antes de hacer promesas al aire o de criticar a sus
contrarios en el poder.