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Santo Domingo: El ciudadano haitiano Baptiste Luckrsv, estaba hasta ayer totalmente desesperanzado.
El terremoto les había llevado a todos los miembros de su familia. Pero ayer en la mañana vivió una emoción tan fuerte que se estremeció cuando, en una lista de nombres del hospital Doctor Darío Contreras, apareció el nombre de su hija Lysandia.
Luckrsv, se encontró con su niña de nueve años en el albergue dispuesto por el merenguero Rubby Pérez.
La vida había perdido el sentido para Baptiste Luckrsv, quien perdió a toda su familia en el terremoto que azotó el 12 de enero a Puerto Príncipe, pero un cruce de nombres en una lista que tiene el hospital Darío Contreras permitió que se reencontrara con su hija de nueve años y de esa forma recuperó la alegría.
Asimismo, Edeus Joceline, quien del hospital Darío Contreras fue trasladada al albergue alquilado por el merenguero Rubby Pérez, descubrió que tiene ocho semanas de embarazo.
La noticia emocionó al cantante, quien hablaba con los pacientes haitianos como si los conociera de siempre, en cambio, los pacientes desconocían que Pérez es un popular merenguero.
La otra historia es la de Esther Angewil, una joven estudiante de derecho de Puerto Príncipe, quien ayer lucía elegante en el refugio de Rubby Pérez, luego de que enfermeras y voluntarias la bañaran y la llevaran al salón de belleza. “Ella es la diva de aquí”, comentó el artista.
Uno de los momentos más emotivos se vivió ayer en el refugio ubicado en Alma Rosa, cuando Bapliste y su niña Lysandia, de nueve años de edad, pudieron reencontrarse. Sentados en la cama de la misma habitación padre e hija se miraban y abrazaban.
“Sé lo que es estar lesionado, pues duré meses ingresado en el hospital Darío Contreras cuando era niño”, dijo Rubby Pérez, mientras supervisaba a los pacientes que se recuperan, tras el traslado a ese sitió desde el hospital Darío Contreras.
Cada sobreviviente ingresado en el hospital Darío Contreras, tiene una historia que contar, la cual canalizan con decenas de jóvenes que transmiten el mensaje en el idioma creole.
Una profesora de Puerto Príncipe a quien un edificio casi aplasta, despertó hace dos días en el Hospital Darío Contreras, ella no sabía dónde ni por qué estaba en ese pasillo.
En la sala de pediatría del mismo hospital, las escenas de niños que son curados de severas heridas lastiman el alma a los presentes, los gritos de dolor de esos pequeños desgarran.
Una de las historias más impactantes es la de la familia de Baptiste, el padre perdió a toda la familia, su vida había perdido el sentido, pues nada le quedaba.
La lista que manejan los traductores que están en el hospital Darío Contreras, permitió revisar el mismo apellido de padre e hija.
El personal de salud mental que trabaja con estos pacientes observaba los abrazos que se daban los dos sobrevivientes.
