Santo Domingo:-El abogado Valentín Medrano Peña, dijo que ciertas aristas encierran el caso de un dirigente del Partido de
El defensor de la familia Amparo Peralta, explicó que el próximo 24 de agosto
“El 13 de noviembre de 2009, condenaron a dos años de cárcel Roberto Jiménez, por la muerte de Bárbara Amparo, bajo el alegato de que fue un homicidio involuntario.
Pero es la primera vez en lo que llevo como abogado que escucho que matan a una mujer de un disparo en la frente y fue involuntario”, narró el abogado.
Además de que el cuerpo de Bárbara presentaba un tiro en la frente, los visibles moretones y hematomas dejaban entre dicho que se trató de una riña entre la pareja que concluyó con un final mortífero.
Al momento de ser asesinada la víctima tenía 32 semanas de embarazo, por lo que el abogado Medrano afirma que se trató de un doble crimen y que por lo tanto la condena debe ser una sin vacilaciones: 30 años de prisión.
Hematomas en las piernas, el mentón, los brazos, axilas y la cabeza forman parte de las pruebas que presenta la defensa de la familia Amparo Peralta para argumentar que no se trató de un accidente, como determinaron en el fallo No.452-2009, del 13 de noviembre del año pasado.
“Los jueces alegaban que por el manejo atolondrado de parte de su esposo al prestarle auxilio cuando le disparó, la dejó caer varias veces por los nervios y eso explica los moretones”, contó.
Sin embargo, aparece una fotografía del vehículo del imputado sucio de sangre en el bonete, por lo que se presume a Bárbara la arrojaron en ese lugar antes o después de rematarla con un disparo en al frente.
De no variar la medida de coerción, el acusado saldría libre en el mes de noviembre, por lo que la familia de la víctima clama a la justicia divina para que obre en este caso y Roberto Antonio, no salga de la cárcel, por lo menos, en los próximos 30 años.
Según la joven Carmen del Rosario, amiga de confianza de Bárbara, confesó que en los primeros meses de embarazo su compañera de trabajo le dijo que su esposo le pidió abortar, a lo que ésta se negó y “desde ahí llegaba todos los días llorando donde mí porque su marido la agredía verbalmente”.
“Ese hombre, para perpetrar el hecho sin que los vecinos se enteraran, subió el radio a todo volumen, después le pegó dos tiros al llavín de la puerta y me la mató.
Entonces tomó en brazos a la víctima; mi hija Bárbara embarazada, la metió al carro y la llevó al Darío Contreras, pero ya no había remedio.
Ahora él no puede alegar que se le escapó el tiro, porque dentro de esa casa están los rastros de violencia de esa noche.
El abanico está destrozado y la puerta de una de las habitaciones también”, narró entre sollozos Maritza Peralta, madre de Bárbara.
El hecho ocurrió el viernes 10 de enero del 2009 en la habitación principal de la casa en común, ubicada en la calle "J" número 245 del residencial Amalia, en San Isidro.
Para la fecha del crimen el imputado llevaba tres meses en el país y le restaba una semana en regresar a los Estados Unidos, lugar donde pretendía continuar con sus actividades políticas en el PLD.