New York:--Monseñor Francisco Ozoria, se lamentó en esta ciudad de que “mucha gente dentro del Gobierno dominicano” haya favorecido la criminalidad y el narcotráfico y creado un ambiente de complicidad que desorienta a los jóvenes.
El obispo de la diócesis de San Pedro de Macorís consideró también que es “una sinvergüenzá” hablar de una nueva reforma de la Constitución y de reelección.
Textualmente dijo: “Yo estoy totalmente en contra de que se modifique nuevamente la Constitución, porque eso demuestra una sinverguenzá, habiendo terminado de reformar la constitución, ni siquiera un año (ha pasado), eso significa una falta de vergüenza, el tratar ahora de reformarla”.
Sostuvo monseñor Ozoria que no solamente rechaza una nueva reforma constitucional, sino también que se hable de reelección.
Sobre la práctica del sicariato, los hechos de violencia, el incremento del narcotráfico, la inseguridad ciudadana y la corrupción, el religioso dijo que hay leyes que están vigentes que deben ser cumplidas para enfrentar esa situación.
“Solamente hay que cumplir esas leyes; el Gobierno puede tratar de hacer que se cumplan”, subrayó el religioso al ser entrevistado durante su estadía de varios días en Nueva York con ocasión de la celebración de las actividades en honor a la Virgen de la Altagracia.
Dijo que las leyes le indican al Gobierno “lo que tiene que hacer en contra del mal, en contra del narcotráfico, en contra de la criminalidad”. “Si se hace lo que hay que hacer”, insistió, “la situación puede mejorar”.
“Tenemos que mucha gente dentro del Gobierno está favoreciendo eso, Se ha demostrado que muchas veces hay complicidad, por lo que la situación empeora cada vez más”, sostuvo el prelado.
Consecuencia de esto, “muchos jóvenes” desorientados se estarían dejándose arrastrar por la tendencia al desorden y a buscar lo material, aunque reconoce que muchos otros buscan superarse, buscan a Dios y realizan una labor social en beneficio de los demás.
Varios miembros de la jerarquía católica dominicana se han pronunciado rechazando una nueva modificación constitucional para posibilitar la reelección del presidente Leonel Fernández.
Entre ellos el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez; el arzobispo de Santiago, Ramón Benito de la Rosa y Carpio; los obispos de las diócesis de La Vega, Antonio Camilo; San Francisco de Macorís, Jesús María de Jesús Moya; Mao, Diomedes Espinal, y el sacerdote de Dajabón, Regino Martínez.