Estados Unidos:-El gobierno de Estados Unidos recomendó “enérgicamente” ayer a sus ciudadanos que no viajen a Haití por diversos motivos, entre los que menciona la delincuencia, el brote de cólera, los disturbios frecuentes y violentos en Puerto Príncipe y la limitada protección policial.
“El Departamento de Estado insta enérgicamente a los ciudadanos de Estados Unidos que eviten todos los viajes a Haití a menos que sean esenciales y sólo si ese viaje tiene el apoyo pleno de organizaciones con infraestructura sólida, opciones de evacuación y sistemas de cuidado médico”, señaló un comunicado.
Según el Departamento de Estado, los estadounidenses que han viajado a Haití sin tal respaldo “se han encontrado en peligro”.
El comunicado advirtió de que sigue aumentado el número de víctimas de delitos violentos, incluidos el homicidio y los secuestros, en Puerto Príncipe.
“Nadie está a salvo de los secuestros, sea cual sea su ocupación, nacionalidad, raza, género o edad”, sostuvo la nota. “En numerosos casos durante el año pasado los viajeros que llegaron a Puerto Príncipe en vuelos desde EE.UU. fueron atacados y robados a poco de salir del aeropuerto”.
A todo esto se suma que las autoridades haitianas tienen “capacidad limitada” para disuadir a los criminales o investigar los delitos, y las protestas, manifestaciones y disturbios han sido frecuentes tanto en la capital como en otras ciudades de Haití, agrega.
“En nombre de todos los braceros que fueron vendidos como esclavos para la explotación de su sudor” en la producción de caña de azúcar “en los bateyes (poblados de braceros) dominicanos, el GARR reclama justicia y reparación”, declaró la plataforma en un comunicado enviado a la prensa local.
El organismo recordó que “el primer escándalo registrado después de la caída de Jean Claude Duvalier en 1986 fue la reclamación por la República Dominicana de dos millones de dólares pagados a funcionarios haitianos para la contratación de braceros” unos días antes del final del régimen duvalierista.
Duvalier llegó por sorpresa a Haití el domingo, tras 25 años de exilio en Francia, y ha sido inculpado por desvío de capitales, según fuentes judiciales, y además por corrupción y asociación de malhechores, según una fuente de defensa de derechos humanos.
Duvalier, de 59 años, quien fue interrogado el martes por las autoridades de justicia locales y, según diversas fuentes, acusado de desvío de capitales durante su Gobierno (1971-1984), continuó ayer sin ofrecer declaraciones públicas.
Heredó el poder de su padre, Francois Duvalier, con apenas 19 años.
Ayer Jean-Bertrand Aristide reiteró ayer en Johanesburgo que está listo a poner fin sus años en el exilio en Africa y regresar a Haití “hoy, mañana, en cualquier momento”, destacó. Aristide fue derrocado en el 2004, dejando Haití a bordo de un avión estadounidense.