Santo Domingo:-La violencia que afecta a República Dominicana ha creado en la población un estado de “paranoia social” que ha inducido a que los dominicanos cambien su perfil cultural, pasando de ser personas solidarias que socorrían a quien lo necesitaba, por seres humanos desconfiados y deshumanizados.
Esa paranoia social se observa en el hecho de que ya nadie quiere pararse en una esquina; nadie le abre la puerta a un vecino que toque de noche; se ha perdido la humanización; nadie quiere auxiliar al otro que ve en desventaja o quedado en su vehículo en la calle; no quiere dar información y tiene un nuevo comportamiento.
La realidad fue expuesta con preocupación por los principales directivos de
Los profesionales de la conducta humana lamentaron que en el país se haya multiplicado y a veces triplificado la violencia y la población se siente aterrorizada e impotente.
Señalan que los niveles de inseguridad que la población vive en el país hacen que la gente tema salir a las calles y tenga una nueva conducta y comportamiento.
Eso, agregaron, es parte de la paranoia social donde las personas sienten que no quieren comprometerse con los problemas sociales.
Primera causa de muertes en mujeres jóvenes.
La violencia de género o el feminicidio se ha convertido en la primera causa de muerte en mujeres en edad reproductiva en el país, superando los fallecimientos por problemas cardiovasculares, accidentes de tránsito, por causas vinculadas al embarazo, entre otro tipo de muertes, revelaron directivos de
Las doctoras Martha Díaz y María Nerys Pérez coincidieron en que el impacto de la expresión de la agresividad de un ser humano con los demás no está en relación con el trastorno mental de base, ya que la violencia percet es la de la cotidianidad, la que ejercen seres humanos considerados “normales”, con capacidad de entender lo que están haciendo, que son los que atropellan, matan a otro y el sicario.
“A pesar de que sabemos que la violencia es un descontrol interno, pero cuando una persona decide cometer un acto violento está en control, un sicario está en control, porque piensa, analiza y actúa. La esencia está en ese ser humano que es carente de valores, espiritualidad, de afectividad, no tiene empatía, es indiferente al dolor ajeno”, señaló Díaz.
El feminicida y el sicario.
Al establecer la diferencia entre el feminicida y el sicario, explicaron que el que comete feminicidio puede estar en condiciones de estrés, mientras que el sicario es un antisocial que tiene trastornos de conducta, que piensa en frío, es calculador, hace las cosas por dinero y es un ser desalmado.
El feminicida, señaló la doctora Díaz, mata porque tiene un sentido de propiedad, y al perderlo, se descontrola, porque pierde ese poder y que es por eso que la mayoría de los feminicidios se dan cuando la mujer decide salir del atropello a la que la tiene sometida.
Esa, dijo, es una violencia que se va desarrollando en el tiempo y con mucha frecuencia lo hace en medio del uso de alcohol y sustancias que lo desinhiben.
La mata por impotencia de poder retenerla y ejercer ese poder y muchas veces se mata él también. Esa es un tipo de violencia que expresa inseguridad, insatisfacción y falta de control.
En tanto, el sicario (persona que mata por encargo y dinero), explicó, está en control de sus actos, es un ser humano carente de valores, afectividad, que no se ama así mismo, no tiene empatía, no es capas de pensar en el dolor humano, es una persona que asume la vida fácil.
Lamentó que el ambiente en que se desenvuelve la sociedad va creando seres humanos menos sociables, más despiadados, y que en ello la familia juega un papel fundamental, en su desarrollo, sobre la base del amor.
Falta de oportunidades, uso de drogas y pérdida de valores.
La falta de oportunidades, de coerción moral en los sectores de arriba, la debilidad de la justicia, la existencia de un sistema de no-consecuencias, la pobreza, la marginalidad, falta de oportunidades, de acceso a educación y salud, irresponsabilidad paterna, y la disfunción familiar son causas fundamentales de la violencia social que afecta al país.
La opinión es de
Esos muchachos, agregan, son más excluidos y por tanto tienen menos oportunidades y son más proclives al abuso, agresión, violencia y el maltrato social.
Agregan que se estima que en el país hay un millón 500 mil madres solteras, mientras los casos de divorcio van en aumento.
Otra de las cosas que entienden conllevan a la violencia es la incidencia de la propaganda en la que a la sociedad se le impone el “estilo de vida feliz”, pero cada día se tiene menos posibilidad de alcanzarla, da paso a una población frustrada y a una familia sin valores.
Señalan con preocupación que la sociedad no tiene capacidad de asombro, y que el sistema de no-consecuencias que está primando en el país determina el caos, unido a la falta de coerción moral.