SANTO DOMINGO:- Un dominicano
nacionalizado estadounidense que demandó hace poco al consulado de
EE.UU. en el país y a una clínica por el supuesto error en una prueba de
ADN que lo descartó como padre de una de sus hijas se encadenó frente al consulado de esa nación en Santo Domingo para reclamar
Justicia.
Se trata de Miguel Familia, quien se ató a la verja de la
Plaza de la Cultura, ubicada en el frente del consulado de EE.UU en
Santo Domingo, junto a sus dos hijas de once y nueve años.
Una de las menores sostenía un cartel en el que su
padre clamaba por el esclarecimiento del caso, denunciado en los medios
locales en octubre pasado cuando dio a conocer que demandó por 100
millones de dólares al consulado de EE.UU. en el país y una la clínica
con sede en ese país por el supuesto error en la prueba de ADN de una de
sus hijas, a las que le estaba tramitando residencia estadounidense.
"Por una prueba de ADN (..) mi familia está destruida. Pedimos justicia presidente Obama", se leía en el cartel.
En declaraciones a la prensa, Miguel Familia aseguró que permanecerá encadenado en el lugar "hasta que Dios quiera".
El hombre asegura que el "error" de la Clínica
Testing & Research, con sede en EE.UU., donde se realizó la prueba
de ADN, le costó su matrimonio y destruyó a su entorno familiar.
El abogado del demandante, Carlos de la Rosa,
aseguró hoy que durante un viaje a EE.UU. constataron que dicha clínica
no reúne las condiciones sanitarias para operar.
El análisis, solicitado por el consulado de
EE.UU., fue realizado hace siete años cuando Familia tramitaba la
residencia estadounidense para sus dos hijas, según explicó éste a la
prensa en octubre durante una audiencia del caso realizada en la Tercera
Sala Civil del Distrito Nacional y que fue aplazada entonces para que
los demandantes regularicen las citaciones a demandados y testigos.
El demandante dijo entonces que tras años de
insistencia de su exesposa decidieron repetir los exámenes en dos
laboratorios locales y ambos, según su declaración, arrojaron que él es
el padre de la niña, que ahora tiene 11 años.
Familia dijo entre lágrimas que el haberle pedido
el divorcio a su esposa tras enterarse del resultado "no tiene perdón"
porque, según dijo, debió confiar "un poco más" en la madre de sus
hijas.