SANTO DOMINGO:-La llegada del Sistema Dominicano
de Seguridad Social (SDSS), además de traer un nuevo modelo de
afiliación y de pensión, trajo consigo la creación de modernos
hospitales públicos llamados descentralizados, cuyo principal objetivo
es ofertar servicios médicos a los afiliados a las administradoras de
Riesgos de Salud (ARS).
Y, aunque dependen económicamente del
Ministerio de Salud Pública, se construyeron en terrenos del Estado, con
recursos públicos y para pacientes pobres, éstos últimos son los que
menos se benefician.
Con la construcción de estos centros de
salud, también se esperaba el descongestionamiento de pacientes de los
hospitales tradicionales, lo que aún no ocurre.
Una de las
razones la explica el director del hospital Darío Contreras, Héctor
Quezada, quien afirma que los hospitales tradicionales como el que él
dirige son los que más funcionan y adonde asiste la gran masa de pobres,
los que no tienen seguro médico y nacionales de otros países,
mayormente haitianos.
"Ocurre que el que no puede pagar, que es la
mayoría, debe ir a los hospitales tradicionales, que pueden tener 100
camas y reciben más de 150 pacientes y eso nos mantiene con una
sobrepoblación ", expresó.
Otra razón es que los hospitales
descentralizados están ubicados en zonas periféricas del Gran Santo
Domingo, lo que restringe el ingreso de pacientes.
Los hospitales
del viejo modelo y de mayor demanda son el Darío Contreras, el Luis
Eduardo Aybar, el Robert Reid Cabral, Francisco Moscoso Puello, el Padre
Billini y las maternidades Nuestra Señora de La Altagracia y San
Lorenzo de Los Mina. Entre todos reciben una subvención anual del
gobierno de RD$436 millones.
Los hospitales descentralizados de
mayor demanda son el Ney Arias Lora, el Vinicio Calventi, el Marcelino
Vélez Santana, el Juan Bosch, de la Vega; la Plaza de la Salud, Centros
de Diagnóstico y Medicina Avanzada y de Conferencias Médicas y
Telemedicina (Cedimat), y el Centro Cardio-Neuro-Oftalmológico y
Trasplante (Cecanot).
La subvención anual de éstos supera los RD$ 2,000 millones.
Una
característica de los establecimientos de salud descentralizados es
que están dotados de tecnología de punta, la cual sería puesta a
disposición de la población más deprimida económicamente.
Para
funcionar, los equipos necesitan un gasto extraordinario y ocurre que
el que no puede pagar, que es la mayoría, debe ir a los hospitales
tradicionales.
De ahí se da la exclusión y una muestra son los
constantes referimientos de pacientes que llegan a los hospitales
públicos tradicionales, principalmente al Darío Contreras.
"Algunos
referimientos llegan con inscripciones muy dolorosas, pacientes
diciendo me voy porque no tengo dinero, me voy porque no hay una ARS que
pague lo mío, escritos con muchas faltas ortográficas que demuestran
que son semi-analfabetos y unos disfrazan eso de alta petición", dice
Quezada .
Ante la situación, propone que esos hospitales le
facturen al gobierno la atención a los pobres y se lo carguen a la
cuenta y devuelvan esos recursos al Estado en servicios a los pobres.
Subvención de hospitales
Las
subvenciones anuales de los hospitales: Darío Contreras RD$92.4 MM;
Luis Eduardo Aybar, RD$ 70.8 MM; Robert Reid Cabral RD$60MM; Francisco
Moscoso Puello, RD$ 66MM; Padre Billini, RD$40.2MM; Maternidad Nuestra
Señora de La Altagracia, RD$ 57.6MM y Maternidad de Los Mina, RD$51.6
MM.
Las subvenciones de los descentralizados: Ney Arias Lora,
RD$280,614,828; Vinicio Calventi, RD$297,917,271; Marcelino Vélez
Santana, RD$424,867,792; Juan Bosch, RD$257,101.067; Plaza de la Salud, RD$317,453,169; Cedimat, RD$133,579,813 y Cecanot, RD$296,123, 867.