El portavoz de la policía estatal,
teniente Paul Vance, confirmó que el atacante ultimó a 18 niños dentro
de la escuela primaria de Sandy Hook, en Newton, de 27,000 habitantes,
128 kms. al noreste de Nueva York, en tanto otros dos murieron por
heridas en un hospital.
Además perdieron la vida seis adultos,
incluyendo alguien que viviría con el agresor, quien murió abatido por
su propia mano o por disparos policiales, algo no esclarecido aún. Entre
las víctimas estaría el director de la escuela, según medios locales.
Este incidente fue el segundo más trágico de los recurrentes tiroteos registrados en centros educativos de Estados Unidos.
Horas
después de la masacre todavía no había pistas sobre los motivos del
tiroteo en Newtown; el gobernador del estado, Dan Malloy, simplemente
afirmó que “el mal visitó hoy esta comunidad”.
A la escuela de Sandy Hook asisten unos 600 niños de entre cinco y 12 años, según un canal local.
Parricida
Más
temprano medios locales habían indicado que el presunto autor del
tiroteo mató a sus padres y que habría utilizado al menos dos armas de
fuego, una pistola semiautomática Glock y otra Sig Saeur.
Según estas
versiones, el tirador, identificado como Ryan Lanza, de 24 años, habría
asesinado primero a su padre en casa y luego a su madre en el centro
educativo, donde trabajaba la mujer.
Sin embargo, la cadena de
televisión NBC reportó que el tirador muerto era Adam Lanza (20), y que
la policía inicialmente le había confundido con su hermano Ryan, cuyo
documento de identidad llevaba con él cuando ingresó a la escuela. El
hermano sobreviviente estaba bajo custodia policial.
La mayoría
de la muertes en el tiroteo, que habría comenzado alrededor de las 09:30
locales “tuvo lugar en una sección de la escuela, en dos salas”, acotó
Vance, detalle que sugiere que las pequeñas víctimas quedaron atrapadas y
fueron blanco fácil de los disparos.
El presidente Barack Obama,
que fue informado del tiroteo rápidamente, dijo con lágrimas en los
ojos estar sumido en una “abrumadora pena” y prometió “acciones
significativas” para poner fin a este tipo de tragedias.
El
mandatario, que calificó el tiroteo de “crimen atroz”, dijo que “la
mayoría de aquellos que murieron hoy eran niños, preciosos niños,
pequeños de entre cinco y 10 años”.
Obama, que debió hacer varias
pausas y respirar profundamente para poder seguir hablando, lamentó que
esos niños perdieran “toda una vida por delante: cumpleaños,
graduaciones, casamientos, hijos propios”.
Entre los muertos
también hay “maestros, hombres y mujeres que dedicaron sus vidas a
ayudar a nuestros niños a cumplir sus sueños”, agregó.
“Nuestros
corazones están hoy rotos, por los padres y los abuelos, por las
hermanas y los hermanos de estos pequeños niños y por las familias de
los que se fueron”, dijo.
Acciones significativas.
Obama
agregó que “tendremos que unirnos para tomar acciones significativas
para evitar más tragedias como éstas, más allá de la política”. También
ordenó que por cuatro días se extienda el duelo con las banderas de la
Casa Blanca, edificios oficiales y complejos militares ondeando a media
asta, en honor a las víctimas.
La policía local fue alertada del
tiroteo poco después de su inicio y pidió inmediatamente ayuda a la
policía estatal, que también se hizo presente. “Nuestro objetivo
principal era evacuar lo más rápido y eficientemente posible a todos los
estudiantes y al personal de la institución. La escuela entera fue
registrada”, indicó Vance.
“Uno de los policías dijo que era lo
peor que había visto en toda su carrera, pero (lo peor) fue cuando le
dijeron (lo sucedido) a todos esos padres que esperaban que los niños
salieran (de la escuela)”, dijo a WCBS News una enfermera que acudió al
lugar.
“Ellos pensaron que todavía estaban vivos. Hay 20 padres a
los que se les acaba de decir que sus hijos están muertos. Es
horrible”, agregó.