SANTO DOMINGO:- El presidente de la República, Danilo Medina,
informó que someterá al Congreso Nacional un proyecto de ley que
establecerá un Impuesto sobre los Ingresos Inesperados de las empresas
exportadoras de minerales, como la Barrick Gold, del cual gravará, con
una tasa justa, el excedente entre el valor de las exportaciones de
minerales a los precios en el momento en que se realicen las mismas y el
precio de referencia para cada uno de los minerales.
El Jefe de Estado hizo el anuncio en su discurso de rendición de
cuentas ante la Asamblea Nacional, con motivo del 169 aniversario de la
Independencia Nacional, aclarando que “Si la empresa Barrick, Pueblo
Viejo mantiene la posición intransigente que ha exhibido hasta ahora, el
gobierno no se puede quedar de brazos cruzados”.
“Pasado un plazo prudente, someteremos al Congreso Nacional un
proyecto de ley que establecerá un Impuesto sobre los Ingresos
Inesperados de las empresas exportadoras de minerales, el cual gravará,
con una tasa justa, el excedente entre el valor de las exportaciones de
minerales a los precios en el momento en que se realicen las mismas y el
precio de referencia para cada uno de los minerales”.
Al dirigirse a la Nación, frente a senadores, diputados, cuerpo
diplomáticos y funcionarios del Estado, Medina dijo “Nuestro gobierno
tiene un firme compromiso con el principio de la seguridad jurídica para
la inversión. Soy un fiel creyente en la sana inversión extranjera para
estimular el crecimiento del ingreso, el empleo, la reducción de la
pobreza y la generación de divisas, en economías emergentes como la
nuestra.
En este contexto, quiero ahora referirme a un tema que desde hace
meses se viene debatiendo en el país, y sobre el cual un número
creciente de sectores, grupos, y líderes de la sociedad dominicana han
estado reclamando una definición del Gobierno. Me refiero, al contrato
entre el Estado dominicano y la empresa Barrick Pueblo Viejo.
La inversión extranjera que se ha producido en el Proyecto Barrick
Pueblo Viejo es la de mayor envergadura que ha tenido lugar en el país
en toda la historia.
Se estima que la inversión realizada alcanza más de 3 mil millones de
dólares, monto que deberá ser validado por la auditoría que el Estado
dominicano contrató con la SGS de Suiza.
Estoy convencido de que la Barrick es una empresa seria, comprometida
con una minería responsable, y cumplidora de las normas y mejores
prácticas para proteger nuestro medio ambiente.
Dicho lo anterior, paso a referirme a un aspecto que consideramos
merece atención especial, tanto por parte del Gobierno como de la
empresa Barrick Pueblo Viejo: los beneficios fiscales que genera el
proyecto y la nueva situación que se ha presentado, luego de que los
precios del oro en el mercado de Londres hayan registrado niveles de
entre mil 600 y mil 900 dólares la onza en los últimos años, como
consecuencia de la fuerte expansión de la liquidez mundial y la
incertidumbre provocada por el colapso de Lehman Brothers en septiembre
de 2008.
El 25 de marzo de 2002, fecha en que se aprobó el Contrato para la
explotación del oro entre el Estado dominicano y la empresa Placer Dome,
el precio del oro en el mercado de Londres cerró en 298 dólares la
onza.
Ese contrato fue adquirido por Barrick Gold cuando el 19 de enero del
2006 esta empresa compró las acciones de Placer Dome. El día de la
compra de las acciones, el precio del oro cerró en 555 dólares la onza.
El 27 de septiembre del 2007, Barrick Gold solicitó, a través de
carta dirigida a la Ministerio de Industria y Comercio, la
flexibilización de los aspectos fiscales del contrato que el Gobierno
había acordado con Placer Dome. Ese día el precio del oro cerró en 732
dólares la onza.
A pesar de que el Gobierno dominicano podía aferrarse a lo
establecido en el Contrato original con Placer Dome, mostrando una
actitud de apertura y flexibilidad, aceptó sentarse en la mesa de
negociación con la empresa Barrick Gold, para revisar los aspectos
fiscales del Contrato que esta había adquirido.
El 11 de noviembre de 2009, la Cámara de Diputados aprobó la enmienda
al contrato con Placer Dome, en el cual se establecieron modificaciones
al régimen fiscal del contrato.
Como acertadamente sentenció el Presidente Barack Obama en su
discurso inaugural el pasado 21 de enero, “cuando los tiempos cambian,
nosotros también debemos cambiar”. Y nadie, absolutamente nadie, puede
negar que luego de la crisis financiera de 2008, los tiempos de hoy son
muy diferentes a los de principios de la década.
El hecho de que el precio del oro sea actualmente casi 6 veces más
alto que el de marzo del 2002, es un reflejo de la magnitud del cambio.
Fue eso lo que nos motivó, desde que asumimos la Presidencia de la
República el pasado 16 de agosto del 2012, a designar una Comisión
Oficial de Alto Nivel, bajo la coordinación del Ministro de la
Presidencia, con el mandato de iniciar conversaciones con los ejecutivos
de la empresa Barrick Pueblo Viejo.
El objetivo de la comisión es acordar modificaciones al esquema
fiscal establecido en el contrato, dado el cambio dramático que ha
tenido lugar en el precio del oro en el mercado de Londres.
Decenas de reuniones han tenido lugar en los últimos seis meses, sin
que a la fecha se haya logrado convencer a la empresa sobre la necesidad
y la urgencia de hacer las correcciones necesarias al esquema actual de
distribución de los ingresos, entre la empresa y el Estado dominicano,
derivada de la explotación del oro.
A lo sumo, lo único que la empresa ha ofrecido es la posibilidad de
adelantar el pago de impuestos futuros, lo que implicaría que el
Gobierno actual estaría apropiándose de recursos que le corresponderían a
las próximas administraciones.
Que no le quepa duda a nadie. Para quien les habla, una operación
como la planteada por los ejecutivos de Barrick Pueblo Viejo no encaja
dentro de los principios éticos y morales sobre los que se fundamenta
nuestra administración.
Bajo el esquema fiscal establecido en la más reciente versión del
contrato para la explotación de oro en Pueblo Viejo, con un precio
promedio de mil 700 dólares la onza de oro y 28 dólares la onza de
plata, la empresa Barrick Pueblo Viejo obtendría ingresos netos de
costos operativos por 2 mil 600 millones de dólares en los dos primeros
años de producción, asumiendo exportaciones de 1 millón de onzas de oro
y poco más de 2 millones de onzas de plata. Es decir, la empresa
estaría recuperando el monto total invertido en poco más de dos años.
Nunca antes, en la historia de la humanidad, se ha verificado un caso
en el cual una empresa minera haya podido recuperar su inversión en tan
poco tiempo, mientras el Estado del país receptor de la inversión
estaría recibiendo migajas durante esos primeros años.
De los mil 753 millones de dólares de ingresos anuales de
exportación, el Gobierno dominicano apenas recibiría 56 millones de
dólares.
En otras palabras, durante los primeros años, de cada 100 dólares de
ingresos de la exportación de oro y otros metales, la Barrick recibiría
97 dólares y el pueblo dominicano tres.