Chávez, el hombre enérgico, locuaz y vital que gobernó Venezuela desde
1999, no pudo finalmente con una enfermedad de la que aún no se ha
precisado su naturaleza y que dio pie a numerosas conjeturas
periodísticas y médicas, mientras su Gobierno, celoso de su intimidad,
se defendía ante lo que tildó de "periodismo mortuorio".
Más allá de la confirmación del anuncio de Chávez en junio de 2011 de
que le habían extirpado un "tumor abscesado" con presencia de células
cancerosas de la zona pélvica, nunca se precisó oficialmente ni el tipo
ni la localización exacta de la enfermedad que apagó al líder de la
revolución bolivariana.
Al confirmar el cáncer, el 30 junio de 2011, Chávez indicó que ya había
sido sometido a dos intervenciones, la última para "la extracción total
de dicho tumor".
En septiembre de 2011, el propio gobernante afirmó, portando un guante
de béisbol en la mano y haciendo lanzamientos para desmentir un supuesto
agravamiento de su salud, que el tumor que le extrajeron tenía el
tamaño de una pelota de béisbol y calificó entonces como "falso" un
informe periodístico sobre un supuesto cáncer en el colon.
"Afortunadamente para los que me quieren y para mí, (el cáncer) estaba
encapsulado el cuerpo, se fue protegiendo y era una pelota dura, ¡ah!
(si) hubiera pasado el tiempo a lo mejor se rompe", comentó ese día el
jefe de Estado, que falleció a los 58 años.
Se negó, además, a identificar el tipo de cáncer y al referirse al
interés por ese dato preguntó: "¿no hay algo de morbosidad en ello? Cada
cual que haga la reflexión que tenga que hacer", afirmó.
Pero ni sus palabras ni los partes oficiales después de los ciclos de
quimio y radioterapia o de las operaciones a las que se sometió en
febrero y diciembre del año pasado tras nuevas recaídas de la enfermedad
acallaron las versiones de la prensa y expertos.
Algunos especialistas se aventuraron a señalar, en declaraciones citadas
por medios de comunicación, que Chávez padecía "un rabdomiosarcoma" o
"un tumor cancerígeno de los músculos que van adheridos a los huesos,
con metástasis".
Otros indicaron que el absceso pudo haber sido causado por una
metástasis de cáncer de próstata o que se trataría de un cáncer
digestivo que se perforó, mientras otros hablaban de adenocarcinoma de
recto o de colon.
Fueron varios los que advirtieron de que se trataba de un "tumor
agresivo" e incluso sobre una metástasis, extremo que el Gobierno
venezolano no confirmó ni desmintió nunca dejando en el aire esas
respuestas sobre la enfermedad del jefe de Estado.