Ante más de 250,000
personas que asistieron, según el Vaticano, a los ritos del Domingo de
Ramos en la plaza de San Pedro y las calles adyacentes, el papa
Bergoglio invitó a los cristianos a llevar la alegría de Cristo a todo
el mundo y a no “ilusionarse” con la sed de dinero, que dijo, “nadie se
llevará consigo”. “Como decía mi abuela: niños, el sudario no tiene
bolsillo”, añadió.
“No seáis nunca hombres y mujeres tristes: un cristiano jamás puede serlo. Nunca os dejéis vencer por el desánimo .
Nuestra
alegría no nace de tener muchas cosas, sino de haber encontrado a una
persona, Jesús; con él nunca estamos solos, incluso en los momentos
difíciles, aún cuando el camino de la vida tropieza con problemas y
obstáculos que parecen insuperables y ¡hay tantos!”, afirmó.
En la
jornada en la que la Iglesia conmemora la entrada triunfal de Jesús en
Jerusalén, el papa argentino afirmó que Cristo no entró para recibir los
honores reservados a los reyes de la tierra sino para ser azotado,
insultado y ultrajado.
El papa subrayó que Jesús tomó sobre sí el
mal, la suciedad, el pecado del mundo, “y lo lavó con su sangre, con la
misericordia, con el amor de Dios” .
“Miremos a nuestro alrededor: ¡cuántas heridas inflige el mal a la Humanidad!.
Guerras,
violencias, conflictos económicos que se abaten sobre los más débiles,
la sed de dinero y de EFE poder, la corrupción, las divisiones, los
crímenes contra la vida humana y contra la creación.
Y nuestros pecados
personales: las faltas de amor y de respeto a Dios, al prójimo ya toda
la creación”, denunció.
El Obispo de Roma aseguró que Jesús en la
cruz siente todo el peso del mal y que con la fuerza del amor de Dios lo
vence, lo derrota en su resurrección: “con Cristo todos podemos vencer
el mal.
LES PIDE A LOS FIELES NO CREER EN EL DEMONIO
Francisco
pidió a los fieles que no crean al demonio cuando dice que no se puede
hacer nada contra la violencia, la corrupción, la injusticia. “Jamás
hemos de acostumbrarnos al mal, con Cristo podemos transformarnos
nosotros y al mundo”.
Animó a no tener miedo al sacrificio y
recordó a los padres que se sacrifican por los hijos, pero lo hacen
-dijo- por amor. En este día se celebró también la jornada mundial de la
juventud a nivel diocesano y que es la antesala de la XXVIII Jornada
Mundial de la Juventud (JMJ), que se celebrará del 23 al 28 de julio
próximo en Río de Janeiro .