
Conocido como un exclusivo club de millonarios, con bienes acumulados
por encima de los mil millones de pesos, la bonanza de los miembros del
CP morado es atribuida por el secretario general de esa organización y
presidente del Senado, Reynaldo Pared al hecho de que todos son profesionales de éxito.
El dirigente morado no cuestiona que, en la mayoría de los casos, ese
éxito personal se ha limitado a su paso por la administración pública.
Si los miembros del Comité político han sido profesionales de éxito
por obra y gracia de su paso por el poder, suerte tienen sus hijos que
han visto sus oportunidades de estudios de calidad multiplicadas 10
veces sobre la media nacional y, sobre todo, porque contrario a la
mayoría de los jóvenes dominicanos cuando terminan su carrera tienen el
trabajo asegurado, no en las empresas familiares sino en el Estado.
En un ejercicio rápido por la página de internet de las distintas
instituciones públicas que tienen al día la sección de transparencia y
una búsqueda de las nóminas cruzadas con los apellidos de los miembros
del CP peledeista y sus cónyuges el resultado es el siguiente:
Los descendientes de la pareja Montás Artero, Temo y Carmen, favorecidos con becas al final del primer gobierno de Leonel Fernández, picaron adelante y como resultado de esas oportunidades han ascendido de manera meteórica en su vida profesional.
Juan Carlos Montás Artero, joven ingeniero civil y
antes asistente de su padre en las oficinas palaciegas, es ahora
viceministro de Obras Públicas. Su hermano Alfonso Montas Artero,
es ya gerente general de AFP Banreservas; antes se desempeñó como
asesor de la Superintendencia de Bancos con un sueldo mensual de 88,000
pesos. La niña de la casa, Raquel Indira Montás Artero, es consejera en embajada en Washington donde devenga un sueldo de 1,600 dólares.
Esta familia batea para mil.
Con un promedio de 750 está la familia Rojas Volquez, los hijos de Bauta Rojas, el ministro de Medio Ambiente y ex de Salud Pública. Gladys Michelle Rojas Volquez es oficial de cooperación internacional del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo; su hermana María del Pilar
escogió la ruta larga y como médico está registrada como ayudante de
pedriatría en el hospital Robert Reid.
Con más suerte, su hermano Bautista Antonio es supervisor asistente en la Superintendencia de Bancos con un salario de 50,000 pesos. El menor, Ricardo Bernabé, está fuera de róster.
También para 750 está la familia de José Ramón Fadul.
Sus hijos mayores, ambos abogados que dirigen el bufete Fadul y Fadul,
tuvieron más suerte que la mayoría de los togados del patio. José David estudió en la Universidad Antonio de Nebrija en España y su hermano Víctor Manuel aparece en el decreto 667-12 designado subdirector de Bienestar Estudiantil.
Otra miembro de la familia Fadul Lantigua, Haydee María, es analista de comercio exterior del Ministerio de Industria y Comercio. En la nómina pública no aparece Albania Lizbeth, la otra hija de la familia Fadul Lantigua.
Bateando para 500 aparecen los vástagos de Reinaldo Pared pues su hija Melliné Pared Suazo
aparece en la nómina del Ministerio de Relaciones Exteriores como
consejera de la embajada en España con un sueldo de 1, 600 dólares. Su
hermano Reinaldo Pared Suazo no aparece en ningún registro de acceso público.
Con igual average están los hijos de Alejandrina Germán y el senador José Sosa. José Alejandro y Jessica Alejandrina, favorecidos con las famosas becas de Utah al final del primer gobierno de Leonel Fernández, tienen un perfil más bajo. El primero es ingeniero y ya está calificado en sorteo de la Oficina Supervisora de Obras del Estado para la construcción de centros de atención primaria.
Jessica también está en la nómina de la Cancillería pero gana menos que los hijos de otros pares de su madre pues cobra 950 dólares.
De los dos hijos de Ramón Ventura Camejo solo uno aparece en la nómina pública, Juan Manuel Ventura Ureña, quien es coordinador del programa COBA del Ministerio de Interior y Policía con un salario de 35,000 pesos.
No hay duda que la suerte de los hijos del club de millonarios que es
el comité político del PLD es la que le falta a la mayoría de los
jóvenes profesionales dominicanos.
Tanto así que Carlos Amarante hijo
no ha necesitado graduarse de ingeniero por la Universidad de Illinois
para darse el lujo de hacer donaciones demasiado cuantiosas para su
condición de desempleado, líder del movimiento Jóvenes Progresistas con
Danilo. Cuánta suerte
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