SANTO DOMINGO.- Directores de hospitales de
distintas provincias expusieron hoy ante una comisión de la Cámara de
Diputados, sobre la difícil situación financiera en que operan los
centros asistenciales públicos, principalmente por la carencia de
recursos y las deudas millonarias con proveedores de servicios.
El hospital infantil Arturo Grullón, de Santiago,
por ejemplo, según el doctor Julio Víctor Despradel, acumula una deuda
de 40 millones de pesos con suplidores, lo que lleva a la administración
a hacer “malabares” para poder seguir ofreciendo los servicios de
salud.
Despradel y otros galenos acudieron este miércoles ante la Comisión
de Salud de la Cámara baja. De acuerdo con el facultativo, después de
que el Gobierno dispuso que se descontinúe el cobro de una cuota de
recuperación por servicios en los hospitales, éstos centros tienen que
incurrir en deudas para reparar cualquier equipo médico.
Conforme a los datos ofrecidos, el hospital infantil de la ciudad de
Santiago recibe una subvención de 90 millones de pesos al año, de los
cuales el 40% no llega directamente, debido a que entra vía el Programa
de Medicamentos Esenciales/Central de Apoyo Logístico (Promese/cal), por
lo que en la práctica, sólo maneja un 50%.
Para Despradel la situación de los hospitales del Estado es
calamitosa y de la forma de como se manejan representan un barril sin
fondo.
Otro hospital infantil en dificultades es el Robert Reid Cabral,
de Santo Domingo. Su directora, Rosa Paulino, dijo ante la comisión
congresual que el presupuesto anual es de 86 millones de pesos al año.
Sostuvo que si se aplicara el “Plan de mejora” la subvención debería ser
mínimo 30 millones de pesos al mes.
La deuda del hospital infantil de la capital es de 78 millones de
pesos, y según la doctora Paulino, hay una parte de los acreedores que
son instituciones gubernamentales.
Según dijo, los problemas fundamentales del centro asistencial son de
infraestructura, por el avanzado proceso de deterioro, ya que hace más
de siete años que fue remodelada por parte del Despacho de la Primera
Dama.
Puso de ejemplo el edificio que aloja el área de consulta externa, el
cual tiene “serios problemas”, ya que fue construido en la década de
1950, y no concebida para un centro de salud.
En tanto que la presidenta de la seccional del Distrito Nacional del
Colegio Médico Dominicano (CMD), Mery Hernández, denunció la “situación
infrahumana” en la que los galenos están ejerciendo sus funciones en
estos centros sanitarios estatales.
Denunció que en muchas ocasiones, los médicos no encuentran ni siquiera agua para tomar ni para otras necesidades fisiológicas.
Argumentó que cuando se habla de leyes como la 87-01 y 42-01,
que establecen la humanización de los servicios de salud y la calidad,
“deja mucho qué desear la forma en la que los médicos están laborando en
los hospitales públicos”.