SANTO DOMINGO.- El presidente del Consejo Dominicano de Unidad
Evangélica (CODUE), Reverendo Fidel Lorenzo Merán, valoró los esfuerzos
hechos de la República Dominicana antes y después del Plan de
Regularización, y abogó porque organismos internacionales colaboren
técnica y económicamente con los extranjeros que quieran regresar a su
país de manera voluntaria.
El religioso también deploró que existan tantos organismos
internacionales vigilando el proceso y sus aportes no pasen de “simples
visitas a la frontera, sin ofrecer respaldo técnico que se necesita”.
“Los esfuerzos hechos por las autoridades dominicanas en el proceso
de regularización deben ser valorados. El tratamiento dado a los
extranjeros ha sido humanitario, por lo que República Dominicana
necesita asistencia de organismos internacionales regionales para que
sea acompañada en el proceso posterior al término del plazo del Plan de
Regularización”, expresó.
Indicó que no existen ejemplos en el mundo, incluyendo a Estados
Unidos y los países europeos, en el cual un proceso de regularización de
extranjeros sea tan verificado como el de la República Dominicana.
Citó el caso de Bahamas, país donde los haitianos son deportados
masivamente, sin darles la oportunidad de irse voluntariamente y en el
cual el ministro de Asuntos Exteriores e Inmigración, Fred Mitchell,
llegó a decir públicamente que la deportación de haitianos de allí era
“un problema molesto, consistente y caro”.
Expresó que República Dominicana ha invertido recursos económicos y
humanos para hacer que el proceso de regularización de extranjeros en
situación de ilegalidad llegue a buen término, pero lo mismo no ha
ocurrido con Haití, cuyas autoridades han dejado sus ciudadanos a la
deriva.
“El Plan de Regularización llevado a cabo por las autoridades
dominicanas ha sido plausible, pero con muy poco o nada de apoyo tanto
de organizaciones no gubernamentales como organismos multilaterales que
han expresado en alguna ocasión sus quejas”, dijo Lorenzo Merán.
Puntualizó que el Consejo Dominicano de Unidad Evangélica (CODUE)
siempre ha estado dispuesto a hacer sus aportes al proceso, para que
finalice de manera satisfactoria.