SANTO DOMINGO.- Dos reconocidas figuras de la Iglesia Católica
cuestionaron ayer las críticas a la corrupción en la República
Dominicana hechas la semana pasada por el embajador de los Estados
Unidos, James Brewster.
El obispo auxiliar de Santo Domingo, Víctor Masalles, y el
coordinador de la Pastoral Juvenil, Luis Rosario, dijeron que aunque el
diplomático tiene razón en lo que ha dicho sobre el alcance de este mal,
es inadecuada la forma en que ha hecho sus planteamientos. Las
declaraciones de los dos religiosos han sido reseñaladas este lunes por
el periódico Listín Diario.
Masalles opina que la verdadera intención de Brewster es usar el tema
como puente para “meter su consabida agenda LGBT (lesbianas, gays,
bisexuales y transexuales) en el país”.
Mientras, el, padre Rosario considera “bochornosa” la forma en que el Embajador estadounidense se ha manifestado.
“No tiene razón en lo que se refiere a entrometerse en los asuntos
internos de RD y pretender que no son injerencias. No tiene razón al
chantajear a la gente amenazando quitar la visa al que lo critica.
Coarta la libertad de expresión”, indicó el Obispo.
De su lado, Rosario dijo: “Nos ha causado vergüenza y nos da más
vergüenza ver cómo las autoridades admiten este tipo de situación,
porque una cosa es que haya una realidad difícil con el tema de la
corrupción, pero otra cosa es que alguien venga a enrostrarnos en un
papel que no le corresponde, la situación difícil por la cual estamos
atravesando”.
También criticó que Brewster haya dicho que, quien no le guste sus
críticas, devuelva la visa estadounidense. “Esos son chantajes. Eso no
se corresponde a un pueblo como este que tiene dignidad y es capaz de
levantar la cabeza con cierto orgullo. El Himno Nacional está pisoteado,
porque somos esclavos también a nivel económico y a nivel de cosas tan
ridículas como es tener una visa”, manifestó.
El discurso
Durante un almuerzo ante miembros de la Cámara Americana de Comercio,
el Embajador de los Estados Unidos calificó la corrupción como un
cáncer que retrasa el crecimiento, afecta el comercio e impide la
aplicación justa de la ley en la República Dominicana.