
EN CONTACTO CON JIMANI.- La República Dominicana ha construido ya 23 kilómetros de verja en la frontera con Haití, en unas obras iniciadas antes de que el presidente Luis Abinader anunciara sus planes de levantar una valla a lo largo de toda la línea divisoria para frenar la inmigración y el contrabando.
Los tramos construidos se sitúan en los pasos fronterizos de Jimaní y Elías Piña, el segundo y tercero en importancia entre ambos países.
Las obras todavía están en marcha, según dijo el general Santo Domingo Guerrero Clase, director de Planes y Operaciones del Estado Mayor.
La construcción ha sido realizada por el Ejército con discreción, sin grandes anuncios por parte de las autoridades dominicanas, que pretenden controlar la inmigración irregular, además de cohibir el contrabando, el tráfico de armas y de drogas, así como el robo de vehículos y de ganado.
LA NUEVA VERJA TECNOLÓGICA
El pasado febrero, el presidente Abinader anunció de forma solemne, durante su discurso ante el Congreso Nacional, la construcción de una verja a lo largo de toda la frontera, acompañada de sistemas tecnológicos, como cámaras de reconocimiento facial, sensores de movimiento e infrarrojos.
El objetivo, según Abinader, es acabar en un plazo de dos años con la inmigración irregular, el narcotráfico, el contrabando y el robo de vehículos y de ganado.
El general José Manuel Durán, comandante del Cesfront, explicó que la valla no cubrirá los 380 kilómetros de la frontera, ya que no será necesaria en las zonas montañosas, y solo se instalará en «lugares neurálgicos», que actualmente son considerados como «vulnerables».
LAS CRÍTICAS A LA VERJA
Antes de anunciar la construcción, el Gobierno dominicano informó de sus planes al de Haití, aunque la construcción transcurre enteramente por territorio dominicano, a unos cuatro metros de los hitos fronterizos.
La obra ha causado controversia y ha sido criticada tanto por comerciantes y empresarios dominicanos y haitianos, así como por organizaciones defensoras de derechos humanos.
La activista haitiana Jesula Blanc, coordinadora de la Mesa de Diálogo Transfronterizo, valora que la verja es un «desfavor para las personas vulnerables», en especial para los miles de migrantes que cruzan cada mes hacia República Dominicana a buscar trabajo.