NEW YORK:- El canciller de República Dominicana, Roberto Álvarez, solicitó en el segmento de alto nivel del 77 período de sesiones de la Asamblea General de la ONU, la estabilización haitiana enfocada en la pacificación inmediata y el diálogo político.
En su intervención, el Ministro de Relaciones Exteriores, luego de presentar excusas por la ausencia del presidente, Luis Abinader «por razones inesperadas causadas por el huracán Fiona que afectó severamente el país», se refirió a variados temas, entre ellos, el de la guerra en Europa, de la cual llamó a sacar lecciones de cara al futuro.
ENFRENTAR LA VIOLENCIA Y EL CAOS
Sobre Haití expresó: «lamentablemente la dinámica haitiana no ha prosperado y Dominicana considera que los esfuerzos de estabilización deben enfocarse en la pacificación inmediata y el diálogo para enfrentar la violencia y el caos.
Las bandas criminales aumentaron, tienen asfixiada a Puerto Príncipe, y todo indica que la policía no tiene capacidad para contenerla y es responsabilidad del gobierno ver cómo controla y elimina esa situación, agregó.
Llamó a tomar acciones pertinentes para evitar que la situación se desborde, entre ellas, prohibir la transferencia y tráfico de armas y municiones a quienes participen o apoyen lo que allí sucede y congelarles los activos.
ACUERDO DIRIGIDO POR LOS HAITIANOS
Es preciso que todas las partes lleguen a un acuerdo dirigido por los haitianos con la participación de toda la población, concluyó.
Mencionó la necesidad que existe de reformas en los mecanismos de las Naciones Unidas y la urgencia de consolidar un multilateralismo renovado.
También abordó el cambio climático y sus devastadores efectos y expresó como su país está presto a hacer propuestas concretas, pero recordó la posición dominicana de exigir que quienes más contribuyen al calentamiento global, deben ser los principales aportadores a la solución del problema.
APOYA ELIMINACIÓN DE LAS ARMAS NUCLEARES
En otra parte de su intervención, Álvarez apoyó la total eliminación de la armas nucleares, así como denunció las secuelas dejadas por el conflicto entre Rusia y Ucrania y sus serias afectaciones en alimentos, fertilizantes granos y energía.
