Según el reporte policial, el
director de Patología Forense, Santos Jiménez Páez, envió muestras de
tejidos al Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) para que les
sean practicados los exámenes toxicológicos correspondientes que
permitan determinar si existe algún indicio de “violencia química”.
Precisa
que “no se encontraron rastros de alimentos en el estómago ni
intestinos” del cadáver de la pasante Montero, lo que supone que “tenía
más de 36 horas sin ingerir alimentos”.
Tenía historial clínico.
Mientras
tanto, Mártires Montero, el padre de la joven, reveló que su hija tenía
un historial clínico de hipoglucemia y problemas cardíacos, al tiempo
que descartó el suicidio o cualquier otra causa de su muerte que no sea
“natural”.
En ningún momento los familiares de la joven médico
informaron a las autoridades policiales ni a Patología Forense sobre ese
historial clínico.
“Hace cinco años mi esposa encontró a nuestra
hija en su habitación, casi muerta; para ella estaba muerta.
El azúcar le bajó al suelo y ella creía que estaba muerta y
fue llevada urgentemente a una clínica; en los próximos días me van a
entregar ese informe de la clínica en la que ella estuvo en cuidados
intensivos y nosotros creíamos que no se iba a salvar y, gracias a Dios,
nos la devolvió; eso hace cinco años”, dijo Montero.
Explicó que hace
alrededor de un mes “mi hija sufrió varios desmayos y esa información
pueden buscarla en el Hospital Central de las Fuerzas Armadas, donde le
mandaron a hacer todos los estudios de lugar. Luego de este estudio, le
fue practicado otro y se determinó que tenía taquicardia”.
Una de
las pruebas del tipo monitoreo holter, a la que hizo referencia el padre
de la médico, fue practicada el 4 de septiembre de este año, indicaba
en sus hallazgos que se observaron episodios frecuentes de taquicardia
supraventricular paroxística.
Montero dijo que hace un mes la
joven sufrió varios desmayos y que, después de chequeos que le fueron
hechos, se supo que tenía padecimientos cardíacos.
Mostró a los
medios de comunicación documentos, diagnósticos y pruebas de chequeos
hechos a su hija e insistió en que su muerte fue natural.
El padre
de Soanny informó que se había mantenido en silencio y no opinar sobre
el caso, mientras esperaba el informe de Patología Forense. También
condenaron las especulaciones sobre la muerte de su pariente.
Entregaron
a la prensa un ecocardiograma doppler, hecho el 4 de septiembre de este
año, y un estudio realizado por el doctor José Maldonado, cardiólogo de
un centro médico privado.
Montero habló en una rueda de prensa en su
residencia de la calle 2da. Número 9, del Residencial Oasis, en Santo
Domingo Este, donde descartó que su hija se haya suicidado.
Estuvo
acompañado del doctor Denny Rodríguez, cirujano urólogo, quien sirvió de
intérprete de los datos clínicos.