Se les expedirá una licencia
sólo a aquéllos que han vivido en Puerto Rico por un año y que son
portadores de un pasaporte o un documento que pruebe su identidad,
emitido por un consulado.
Si el proyecto llega a convertirse en
ley, Puerto Rico pasará a integrar un puñado de estados que conceden
licencias de conducir a los inmigrantes que residen en Estados Unidos
sin autorización.
Puerto Rico es un estado libre asociado de
Estados Unidos. El gobernador Alejandro Garcia Padilla anunció que
presentará la propuesta a la legislatura de la isla, alegando que Puerto
Rico debería dejar de ignorar a sus comunidades de inmigrantes.
“Su
contribución al país y el respeto a la dignidad humana los convierte en
merecedores de cierta protección fundamental en nombre del estado”,
señaló García.
Más de 150,000 inmigrantes procedentes de la República Dominicana viven en Puerto Rico, la mayoría en la capital, San Juan.