
Alegan que sus utensilios de
uso diario fueron destruidos y que los miembros de la institución del
orden llegaron al lugar sin ninguna orden para impedir que continúen
ocupando la acera, que conformaba parte de lo que una vez eran sus
viviendas, de donde fueron sacados hace más de un año.
“Ellos se
llevaron las lonas, los colchones, todo.
Nosotros permaneceremos aquí
bajo sol y sereno, no importa que nos caiga agua, no importa lo que
sea”, manifestó compungido el señor William Pérez.
Indignados y
molestos por esta acción, los manifestantes sostienen que no estaban
invadiendo la vía pública ni provocando desorden para ser tratados de
esa forma.