

En respuesta a las declaraciones del doctor Marino
Vinicio Castillo, en relación con la puesta en libertad de Qurino
Ernesto Paulino Castillo, en el sentido de que ahora Hipólito Mejía
debía celebrar esa puesta en libertad y que con Quirino probablemente
tenía ganada dos provincias en las próximas elecciones.
Texto de la respuesta del ex presidente Mejía a Vincho Castillo:
El Doctor Marino Vinicio Castillo,Vincho, desde
siempre se ha caracterizado como fabulador, como hombre que proyecta su
maldad y llega a creer que sus sucios pensamientos son una expresión de
la verdad.
Por ello la única misión del fabulador como
empleado del gobierno es mentir, inventar, fantasear, con una capacidad
inconmensurable de crear situaciones que nada más existe en su retorcida
mente, por ello insiste en machacar hasta el cansancio recetas preñadas
de odio, división, veneno.
El fabulador sabe, pero se hace el loco, que la
verdad se abre paso mejor temprano que tarde, aunque él insista en
tergiversar situaciones e informaciones con sus aviesos propósitos de
dañar reputaciones intachables.
Este fabulador, cuyas actuaciones públicas y
privadas lo identifican con los peores intereses de la nación, se atreve
a continuar con sus engaños al atreverse a fungir como director de
ética del gobierno cuando sus acciones lo señalan como un hombre amoral.
Este fabulador, viene con una historia de
actuaciones dañinas para la sociedad dominicana. Ese es el mismo que
imprimió una Gaceta Oficial falsa para intentar violentar la soberanía
electoral en 1978, con el malsano propósito de burlar el voto en favor
del Partido Revolucionario Dominicano. Un delito como ese, político,
humano e ilegal, es la base sobre la que se sube este personajillo de
ópera bufa.
Este fabulador se ocupó de ocultar y callar las
relaciones entre sus patrocinadores, Leonel Fernández y un sector del
partido de la Liberación Dominicana, vinculados estrechamente a Quirino
Paulino, entre otros Margarita Gómez, quien se ocupaba del vestir al
narcotraficante.
La ligazón entre Vincho y los encubridores de
Quirino lo obliga a ocultar a quienes encompadraron con Paulino y
aquellos a los que les entregaban grandes sumas de dinero en efectivo
como contribución a la campaña electoral que llevó a Leonel Fernández al
poder en los comicios del 2004.
Este fabulador le da de lado a importantes y
escandalosas situaciones tales como los turbios negocios del ciudadano
español Arturo del Tiempo, acusado de narcotráfico, a quien el Banco de
Reservas le concedió préstamos para capitalizar una empresa que
aparentaba ser una inversión extranjera.
Del Tiempo fue recibido por el gobierno como un
gran inversionista español resultando su negocio una gran estafa con la
cual carga el Banco de Reservas que garantizó la construcción de un
edificio que se convirtió en un elefante blanco, mientras el crédito no
ha sido cubierto.
Este fabulador no usa su vehemencia para el caso
más reciente y palpable de ocultación de información que afecta la vida
política y social del país: el de los funcionarios relacionados con el
confeso narcotraficante Figueroa Agosto, quien operó con toda libertad,
infiltrando incluso las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional.
A este Fabulador hay que salirle al paso cada vez que repita su veneno, sus pesadillas, sus mentiras.