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Santo Domingo.- En el país no ha ocurrido una “explosión social” por la madurez del sistema político, y a la vez, por la falta de una articulación de una oposición firme, afirmó hoy el ex presidente Hipólito Mejía.
Esto así porque el Gobierno ha continuado el “derroche” y la “francachela” con los recursos públicos, lo que según Mejía, degenerará en graves consecuencias para el país.
Para el político opositor, es necesario que todos los sectores de la sociedad dominicana se unifiquen para tratar de detener la “malsana práctica” de derroche en el Gobierno, porque de no hacerlo el país lloraría lágrimas de sangre.
Criticó el excesivo gasto en publicidad del gobierno que ascienden a más 700 millones de pesos mensuales y el pago a personas sin trabajar que oscila en más 800 millones mensuales, lo que a su entender es uno de los factores causantes del déficit fiscal de 76 mil millones de pesos en lo que va de año.
Se suma, a lo que llama “manejo irresponsable de las finanzas públicas, el pago a “cotorras”, que son elementos que se dedican a repetir lo que el Gobierno quiere que se diga, con lo que se niega al pueblo el derecho a conocer su realidad social y económica.
Mejía, quien aspira a la candidatura presidencial del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), espera que más temprano que tarde la población se organice para enfrentar la irresponsabilidad gubernamental.
Está convencido de que la situación económica de hoy es más grave de la provocada por la crisis bancaria durante su mandato como presidente (2003).
Puso de ejemplo la provincia de Santiago, donde según sus cifras, el 44 por ciento de la población joven está desempleada, básicamente por el cierre de empresas de zonas francas.
Reiteró que busca de nuevo la presidencia porque le duele el país, y considera que ha aprendido de sus aciertos y desaciertos y podrá emplear su experiencia para enfrentar los problemas que dejarían el gobierno del presidente Leonel Fernández y el Partido de
Con relación al PRD, Mejía cree ser el dirigente con capacidad de aglutinar a los diferentes sectores, respetando los espacios de cada quien.
El ex presidente dijo sentirse con la suficiente autoridad para hablar de corrupción, porque pasó la prueba cuando gobernó el país y “ni robó, ni mató, ni su familia cometió abusos de poder”.
