Santo Domingo.- “La corrupción es responsable de todos los problemas que tú tienes a diario”, sostiene el hijo de la ex fiscal del Distrito Nacional, Josefina Juan viuda Pichardo, y abogado, Reemberto José Pichardo Juan, en su casa del residencial Brisas del Mar, en Los Cacicazgos, donde se recupera físicamente de dos impactos de bala en sus piernas.
La agresión ocurrió el lunes 9 de enero a las 11:00 de la noche, cuando regresaba junto a su esposa de la casa de su cuñada. Varios hombres lo esperaban ocultos cerca de su residencia.
Cuando su esposa se desmontó para cerrar el portón de hierro fue abordada, a lo que ella levantó las manos y le dijo al hombre que le apuntaba con el arma: "Tú no tienes que matar a nadie, nosotros te vamos a dar todo lo que tú pidas”.
Reemberto, desde el vehículo, se percata de que iban a ser atracados (fue su pensamiento inicial), pero cambió de interpretación de la acción violenta y criminal cuando a pesar de que su esposa le ofreció al hombre armado su cartera, el celular y le iban a pasar la llave de la jeepeta para que se la llevara, el agresor insistía en arrinconarla y llevarla hasta donde se encontraba su esposo, sin mucho espacio para movilizarse, entre el vehículo y una pared.
Cuando el agresor llevó a su esposa hacia él y le apunto al pecho, Reemberto tomó a su esposa y la empujó hacia el vehículo y con la otra mano, dice haber agarrado la pistola y bajar el arma, al punto que cuando su agresor apretó el gatillo impactó primero sobre su pierna derecha, y luego sobre la izquierda.
Aunque públicamente no señala a nadie en específico como autor intelectual de este hecho, está convencido de que ha fastidiado a muchos corruptos en este país, actuando como abogado de instituciones como Toy Jarto, la Coalición por una Educación Digna, entre otras instituciones, y accionando de forma personal contra funcionarios, instituciones públicas, incluso contra personas físicas, como es el caso de la ex banquera Vivian Lubrano de Castillo, cuando sometió una acción de inconstitucionalidad en contra del decreto que le otorgó la libertad.
De lo que sí está convencido es de que los dos hombres que lo abordaron en su parqueo (el segundo estaba distante y sólo entró en acción cuando el primero había sido vencido por Pichardo Juan) tienen entrenamiento policial, pues usaron técnicas que les enseñan a los policías, como es la técnica de retención de arma.
Una policía y un Ministerio Público indiferentes.
Cuando fue llevado a un centro asistencial, herido, fue un joven del Inacif a recolectar pruebas, le hicieron la prueba de la parafina, a pesar de que era el herido, pero el joven no le dio importancia a la ropa que llevaba Reemberto, la cual le ofreció como prueba, pues tenía sangre del hombre que le había atacado (le había herido con la cacha de su propia arma).
El joven le dijo que venía en un momento para llevarse el T-shirt y el pantalón, y aún lo está esperando.
Desde esa agresión, de la cual se cumplirá un mes en los próximos días, ninguna autoridad policial se ha acercado a su casa para interrogarlo o investigar.
Sin embargo, el martes 10 de enero, a las 10:00 a.m., horas después del hecho, el vocero de la Policía Nacional , el coronel Máximo Báez Aybar, ya tenía el veredicto: Todo se trató de un atraco. La sorpresa y la indignación hicieron presa a la familia de Reemberto Pichardo Juan cuando escucharon esto.
“Al parecer él tiene una bolita de cristal o una varita mágica que no ha iniciado una investigación y ya está dando resultados de ella, lo cual dice la posición de ellos, bastante prefabricada…”. Además de la prueba de parafina, la Policía fue al edificio en que reside a investigar con los vecinos de él su comportamiento, es decir, como si el delincuente fuera él.
Con el Ministerio Público pasa lo mismo, ningún médico legista ha ido a su casa a inspeccionar las heridas y levantar un reporte. Es por eso, que ha decidido levantarse e ir personalmente a la Fiscalía del Distrito a poner la denuncia, pues si Mahoma no va a la montaña, la montaña va a Mahoma.
Para él todo está claro, no existe interés porque la agresión viene de sectores de poder enquistados en el mismo Gobierno o relacionados con este.
“Esto no me intimida, al contrario, voy a impulsar esos expedientes más allá de donde los dejé. Tan sencillo como eso.