Santo Domingo:- La Comisión Económica del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), aseguró este jueves que si hoy existe una banca comercial fuerte, se debe al “trabajo responsable” de Hipólito Mejía en el período 2003 y 2004, cuando ocurrieron los fraudes financieros.
Arturo Martínez Moya, vocero del organismo económico del PRD, dijo que hoy en día se cosechan los frutos de aquel sacrificio de Mejía.
“Leonel, Danilo y los peledeístas mienten al pueblo cada vez que hablan. Creen que pueden quedarse en el poder repitiendo mentiras. Todavía no se dan cuenta de que hace tiempo el pueblo los tiene como unos mentirosos enfermizos”, insistió Martínez Moya.
Señaló que ahora le tocó el turno a Temístocles Montas, “que no sólo oculta la realidad sobre la deuda pública total, porque todo el mundo sabe que excluye la del Banco Central, sino que ahora culpa a otro de la responsabilidad histórica que tiene el gobierno de Leonel, Danilo y el PLD, de haber entregado un Banco Central quebrado en el año 2000”.
“Los objetivos que perseguían era evitar que la demanda de dólares para importaciones no presionara el mercado cambiario y mantener la estabilidad cambiaría artificialmente pagando la deuda externa sin reducir sus reservas internacionales”, agrega Martínez Moya.
“En qué consistió la política que aplicaron… establecieron topes a la cartera en moneda nacional de los bancos múltiples para aumentar la tasa de interés de los préstamos, hacer más atractivo el financiamiento al comercio en moneda extranjera, así como incentivar el endeudamiento de corto plazo en moneda extranjera”, continuó diciendo.
Según dijo, los peledeístas dolarizaron la economía de manera irresponsable, porque antes de hacerlo no acumularon experiencia previa en los mecanismos de control y supervisión como recomendaban los organismos internacionales.
“Fue una bomba de tiempo lo que entregaron al PRD en agosto del 2000. Porque la política atrajo un flujo enorme de recursos de corto plazo en moneda extranjera, a través de los bancos múltiples, que lograron beneficios ilusorios durante años, los cuales en el caso de los bancos quebrados, fueron invertidos en aventuras personales de sus accionistas”, apuntó.