Medina recibió de manera simbólica, en la casa de gobierno, el trofeo
conquistado por la República Dominicana en ese evento de manos del
gerente general, Moisés Alou.
La estrella de los Yankees de Nueva York, Robinson Canó, viajó desde los
Estados Unidos para asistir al acto. Canó fue elegido jugador Más
Valioso de esa justa.
El país terminó el torneo de forma invicta con 8-0 para eclipsar el
amargo sabor que dejó la actuación registrada en el Clásico Mundial del
2009 al ser derrotado por Holanda en dos ocasiones y ser eliminado a
destiempo.