Santo Domingo.-Desde hace más de cuatro años, la
concentración de plazas comerciales en el Distrito Nacional y en la
provincia Domingo ha cambiado el entorno y el panorama de estas
localidades, siendo de gran aceptación por las autoridades económicas y
la ciudadanía en general, por la incrementación de empleos, más
diversidad en el comercio y un franco crecimiento en el desarrollo
productivo nacional.
Pero en los últimos meses la situación ha
cambiado, ya que la proliferación de grandes cadenas de tiendas,
aglutinada en un mismo entorno del Distrito Nacional y Santo Domingo,
que al final no resultan tan provechosos para las ciudades, porque
están concentradas en la misma periferia de la ciudad, y combinada con
una austeridad en la actividad económica, ha traído como consecuencia
que muchos comercios muestren en su fachada carteles de liquidación de
sus mercancías con el único objetivo de cerrar sus puertas.
Asimismo, la reducción de las actividades
económicas ha convertido el comercio en un letargo, que al combinarse
con un alza en los precios de algunos enseres del hogar, y en los
alimentos de la canasta familiar, entre otros, ha provocado una merma
en las ventas que en principio se observaba en las grandes malls de la
capital.
Muchas personas que visitan las tiendas se
presentan como posibles compradores, pero al final gastan menos, y
claramente se percibe que el gran flujo de personas en las plazas se
debe a la diversidad de cadenas de comidas rápidas conocida como
“fast food”, a los supermercados, entidades bancarias y a la atracción
visual que produce visitar una tienda para “ver y después comprar”,
entre otros aspectos.
Y es que no se puede obviar la situación, pues se
percibe que las cosas no anda bien entre las grandes malls que han
traído con ellos la instalación de marcas internacionales en el país,
como son: Ágora Mall, Galería 360, Ikea, y Sambil, ubicadas en la
avenida John F. Kennedy, Blue Mall y Multicentro Churchil, en la avenida
Winston Churchill, y NovoCentro, en la avenida Lope de Vega, y con
más tiempo de instalación en el país están Bella Vista Mall, y Diamond
Mall, entre otros.
Y aunque las tiendas Carrefour, en la autopista
Duarte, y Megacentro, en el municipio Santo Domingo Este, también
tienen más tiempo instaladas en el país, igualmente están sufriendo los
embastes de la economía que se refleja en la merma de las ventas y los
pocos compradores que las visitan.
En el Gran Santo Domingo se pueden ubicar Plaza
Lama (dos tiendas y un supermercado) La Sirena (tres tiendas) y Jumbo
(dos tiendas), con una ubicación cercana.
Asimismo, en la avenida Luperón, en el municipio
Santo Domingo Oeste, se pueden encontrar las tiendas El Canal y Plaza
Lama, entre otras.
Al referirse a la baja en la venta que reflejan
las grandes tiendas en el país, el gerente del centro comercial
Multicentro Churchil, Víctor Castañeda, al ser consultado por
periodistas de El Nuevo Diario, destacó que esa situación que se
observa en las diferentes cadenas comerciales es a nivel general, y
entiende que se debe por la baja en la economía, el alza en los precios
de algunos artículos, y la inflación “y es que la gente está
comprando menos de lo normal”.
Destacó que también se agrega el factor de que
ahora hay más tiendas abiertas en el país “y eso le quita ventas a
todos, somos más y la situación económica no está bien, es que como
cadena hemos crecido, hemos abierto dos y tres tiendas más, y hay pocos
compradores”.
La señora Isy Montero manifestó, al salir de la
tienda Nuevo Estilo, en Plaza Central, que aunque la economía no está
buena, la venta se realizan de forma regular “es verdad que no hay
muchos compradores, pero esta plaza se mantiene, ayuda mucho que los
propietarios de tiendas cada cuatro meses recurren a las ofertas en
venta de pasillo, una forma de activar el comercio vendiendo a precios
cómodos y reducidos para los clientes”.
En ese mismo contexto se pronunció el gerente de
Calzado Paris, señor Federico Quezada, quien explicó que la baja en la
venta se debe a la gran cantidad de nuevas tiendas que han instalado,
que ofrecen mejores ofertas.
“Pero también depende de los días, ya que de
jueves a domingo hay más compradores, pero para mí lo clientes han
dejado de venir pisaos aquí porque hay otras tiendas con mercancías más
variadas”, explicó Quezada.
Mientras, la joven Yesenia Rosa Matías,
vendedora de la Bellini, dijo que están liquidando sus mercancías para
cerrar el local por la baja venta que se registran.
En la Blue Mall conversamos con el señor Simeón
Cuello, vendedor de la tienda estadounidense Apple, con franquicia en la
República Dominicana, quien manifestó su inquietud por la baja en las
ventas, lo que atribuyó a la temporada baja que representan los meses
de septiembre y octubre.
Mientras que Cley Rodríguez, gerente de la
exclusiva tienda Zara, dijo que el flujo de compradores está lento en
comparación con años anteriores, señalando que a su entender eso se
debe a la austeridad en la economía y a los impuestos que ha aplicado
el gobierno con la reforma fiscal.
El auge de las grandes plazas
El auge en la instalación en el país de las
llamadas malls, plazas comerciales que agrupan a diversas tiendas, se
produjo aproximadamente hace 10 años, debido a que la clase media alta y
alta de la República Dominicana tenían que visitar las ciudades de
Miami y Nueva York, y países europeos para adquirir artículos de marcas
internacionales.
Esas famosas marcas del mundo de la moda, como
son Louis Vuitton, Zara, Ferragamo, Bottega Verde, Savatore, y Gues
entre otras, que no tenían espacios de venta exclusivos en el país, ya
se comercializan aquí a través de franquicias que se ubican en esas
grandes plazas.
Esa situación provocó el apogeo en construcción de
grandes plazas en la República Dominicana y con ello, la instalación
de una diversidad de tiendas que traen artículos internacionales de las
mejores marcas.
No obstante, la situación ha cambiado y hoy lo
que se observa en esas grandes plazas son personas paseando, visitando
los expendios de comidas, cines, juegos infantiles, y heladerías, entre
otros.
El fenómeno de las grandes malls también está
concentrado en algunas provincias de la República Dominicana y en
muchos de sus municipios en los últimos años, y se atribuye al
crecimiento económico.
Otro problema que enfrentan las grandes plazas
comerciales es el tránsito, ya que la ubicación cercana de cada una de
ellas provoca inmenso tapones en las llamadas horas picos que desesperan
a los clientes.
Quioscos dentro de las plazas
La caída en las ventas de las tiendas ubicadas
en las grandes plazas comerciales ha sido tan abrumadora que los
propietarios de los establecimientos han tenido que recurrir a la
modalidad de los llamados quioscos (tiendecitas con artículos en los
pasillos).
Los quioscos colocados en los pasillos atraen a
los clientes, quienes al mirar un producto se detienen y preguntan el
precio, y si le convienem lo compran.
Pero los productos que exhiben en esos quioscos en su gran mayoría son lo que quedaron de temporadas anteriores.
Ventas de pasillos
El fenómeno de la llamada ventas de pasillos en
las grandes plazas se debe a las pocas ventas que se producían en la
misma, y como alternativa los mercadólogos implementaron realizar en
fecha específica ventas en la entrada de cada establecimiento, a
precios módicos.
Esas ventas de pasillos provocan un gran
movimiento económico, porque las personas buscan mejores precios y
variedad en las ofertas.
Los pequeños comercios
Las grandes Malls arroparon a los pequeños
comercios debido a sus condiciones limitadas y los requisitos que
exigen las tiendas de marcas internacionales, por lo que marca como Luis
Vuttón prefieren las plazas comerciales.
El comercio representa el 30% de las recaudaciones
fiscales del país, pero al perecer la proliferación del mercado de
las grandes plazas comerciales que albergan diferentes tipos de tiendas
no aguantan más en el país.
A esto se agrega que en el Distrito Nacional ha
habido un crecimiento urbano no adecuado y los parqueos dificultan
muchas veces el tránsito para llegar a los establecimientos comerciales.