El ex presidente Hipólito Mejía consideró hoy que
el Estado debe aplicar políticas públicas eficaces para reducir la
incidencia de la violencia contra la mujer, entre las que cita:
la Formulación y ejecución de políticas públicas que promuevan la
participación plena de la mujer en lo económico, lo político y lo
social, la creación de empleos dignos para las mujeres, fomentar el
espíritu empresarial mediante el financiamiento de la micro y pequeñas
empresas para mujeres.
Prometió impulsar la educación de la mujer desde
el nivel básico hasta los niveles técnico-vocacional y universitario,
fomentar al interior de la familia la educación doméstica y una cultura
de paz, la creación de redes de apoyo y asistencia a las mujeres en lo
legal y en lo sicológico y establecimiento de Estancias Infantiles para
los hijos e hijas de mujeres trabajadoras, a fin de que puedan estudiar y
trabajar con mayor tranquilidad, protección de los derechos laborales
de la mujer, fortalecimiento de la familia como la célula fundamental de
la sociedad, entre otras
El ex mandatario envió un mensaje al país, cuyo texto integro presentamos a continuación.
Hoy, al conmemorarse el Día Internacional de la
Eliminación de la Violencia Contra la Mujer, reitero mi admiración y
respeto a las hermanas Patria, María Teresa y Minerva Mirabal, cuyo
sacrificio da origen a esta conmemoración.
El sacrificio de estas mujeres extraordinarias ha
adquirido ribetes universales desde que las Naciones Unidas
dispusieran, en el 1999, que este día fuese dedicado todos los años, a
nivel mundial, a condenar la violencia contra la mujer.
Esta fecha es oportuna para reflexionar sobre las diferentes expresiones de la violencia contra la mujer dominicana.
La violencia contra la mujer tiene causas
estructurales que, en el plano económico, se expresan en la falta de
empleo, en la desigualdad en el pago por un trabajo similar al del
hombre, en la falta de oportunidades para generar mejores ingresos, y en
las dificultades para acceder a una educación técnico-vocacional que le
permita aprovechar oportunidades en el mercado laboral.
En el plano político, las mujeres tienen pocas
oportunidades de participar en las instancias de poder, es decir, el
Congreso, el Gabinete Gubernamental y en la dirección de las
organizaciones políticas en las cuales militan.
Las dificultades que tienen las mujeres para el
ejercicio pleno de sus derechos reproductivos constituyen un factor de
exclusión social y son una mutilación a un aspecto importante de su
condición de ciudadanas.
La mujer dominicana se ha ganado el
reconocimiento de la sociedad por sus aportes en la cohesión de la
familia, de manera especial, por su responsabilidad en el cuidado de los
hijos e hijas.
El hecho de que más del 40% de los hogares
dominicanos esté encabezado por mujeres, pone en evidencia el papel que
éstas desempeñan en la cohesión de nuestro tejido social.
Un problema grave de la mujer dominicana es el
alto número de madres adolescentes que ni trabajan ni estudian, lo que
contribuye a perpetuar el círculo vicioso de la pobreza en que están
atrapadas numerosas familias de escasos recursos.
La violencia física es la expresión más dolorosa, visible e inaceptable de la intolerancia abuso contra la mujer.
El feminicidio, que en nuestro país alcanza
cifras alarmantes, troncha la vida y los sueños de mujeres que tienen
mucho que aportar a sus familias, a la sociedad y a su propio bienestar.
En este día, me comprometo a seguir trabajando en
los siguientes aspectos para que la sociedad dominicana enfrente la
violencia contra la mujer:
1. Formulación y ejecución de políticas
públicas que promuevan la participación plena de la mujer en lo
económico, lo político y lo social.
2. La creación de empleos dignos para las mujeres
3. Fomentar el espíritu empresarial mediante el financiamiento de la micro y pequeñas empresas para mujeres
4. Protección de los derechos laborales de la mujer.
5. Fortalecimiento de la familia como la célula fundamental de la sociedad
6. Impulsar la educación de la mujer desde el nivel básico hasta los niveles técnico-vocacional y universitario.
7. Fomentar al interior de la familia la educación doméstica y una cultura de paz.
8. Creación de redes de apoyo y asistencia a las mujeres en lo legal y en lo sicológico.
9. Establecimiento de Estancias Infantiles para
los hijos e hijas de mujeres trabajadoras, a fin de que puedan estudiar
y trabajar con mayor tranquilidad.
Con esas iniciativas estaríamos honrando la memoria de las hermanas Mirabal.